viernes, 26 de octubre de 2012

JOSÉ MAYORA: Elías y “El Llanero Solitario”


 
 
 
 
 
 
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El proyecto de HCF es personal
y como que se le dificulta..


Después de 14 años de ejercicio del poder es muy difícil ocultar las grietas, las goteras y a sus artífices, habida cuenta que el director de la orquesta sigue siendo el mismo, y los músicos de línea cambian de instrumento pero no de orquesta.
Tan evidentes son estas deficiencias que con ocasión de la campaña electoral, HCF asumió la cantaleta de la autocrítica por la ineficiencia gubernamental, imposible de disimular ni con la avasallante campaña mediática. El pasado sábado 19, en una reunión pública del gabinete revolucionario, el líder del proceso regañó, cuestionó y descalificó,  a sus ministros, sin que tal exhorto haya quedado claro: ¿por qué y a quién iba dirigido el mensaje?
En honor a la verdad, no es la primera vez que el líder regaña o descalifica en público a alguno de sus ejecutivos, pero en esta oportunidad la reprimenda era colectiva y la sensación de culpabilidad o de temor se evidenciaba en la cara de circunstancia que ponían los ministros del despacho. En esa reunión, HCF amagó con eliminar un ministerio y raspar, sin miramientos, a ministros,  viceministros y demás personal de jerarquía a quienes amenazó con lanzarles un “misil” si no se alinean con el proyecto, en otras palabras, los destinatarios son los  mismos funcionarios “rojo rojitos”, designados por el propio HCF, quienes no están acatando las voces de mando, y que, por supuesto,  temen perder las prebendas del poder.
Cuando los funcionarios han sido sometidos al escarnio público he tenido la peregrina idea de creer que la dignidad está por encima del poder, pues así como aquella es vitalicia, este es efímero. He creído que alguno de sus destinatarios, en olor de dignidad, renunciaría a su cargo. Hasta ahora, eso no ha ocurrido, para lo cual tengo tres explicaciones: un guión muy bien aprendido, es decir, un show; una desvergüenza actitudinal; o unos incentivos muy persuasivos. No hay que olvidar que quien reprende es el jefe, el que quita, pone, ordena, enjuicia y evalúa, el Mesías, el infalible, el artífice del socialismo del siglo XXI, preocupado por el destino de su revolución.
El diagnóstico de HCF es por demás elocuente: ineficiencia; incumplimiento de las leyes socialistas aprobadas por quienes las incumplen; cofradías ministeriales con desvinculación en la acción. En conclusión diera la impresión, que ha faltado un director de orquesta que en el día a día logre que las inversiones maduren y logren su cometido revolucionario.
Personalidades como las de HCF, siempre “se lavan las manos” de manera que si el anterior diagnóstico es la situación del poder ejecutivo revolucionario, eso significa que a quien le ha correspondido la tarea de hacer seguimiento y dar coherencia a las acciones ministeriales y a dar articulación a la ingente cantidad de proyectos y, sobre todo, las misiones, no lo ha logrado, estamos hablando del vicepresidente saliente, es decir, Elías Jaua, el principal destinatario de la reprimenda.
Es evidente que HCF se encuentra como el “Llanero Solitario” y es lógico que así sea pues su proyecto es personal y como se le dificulta transmitirlo, la manera más idónea es recordarle a sus acólitos quién “es el único gallo que canta”. Esta llamada de atención era necesaria, pues hay un nuevo vicepresidente y nuevos ministros y se requiere fortalecer la unidad de mando.
A HCF no le preocupan los servicios públicos. Su reclamo es por un “servicio privado”, su revolución en solitario.

Por: JOSÉ MAYORA
Mayora.j@gmail.com
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EL UNIVERSAL
viernes 26 de octubre de 2012

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