domingo, 21 de octubre de 2012



El Nuevo PAÍS      

VENEZUELA: FRAUDE ELECTORAL EN LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES

Rafael Bayed M.       Última Instancia


El fraude electoral es la intervención deliberada en un proceso electoral con el propósito de impedir, anular o modificar los resultados reales, es decir, cuando de cualquier forma se impide la pureza del sufragio, con el objetivo de que el elector tenga representantes que no sean los que ha tenido la voluntad de elegir.

El bien jurídico afectado es el "derecho de elección", un derecho natural, que ninguna nación puede violar. Sus formas son numerosas y pueden ir desde la abstención de votar, hasta el falseamiento de los padrones; pasando por la compra de votos, por la intimidación, coacción y engaño para votar a determinado candidato, y por la suplantación de los votantes, por lo común, utilizando documentación falsa, y  las maniobras ilícitas en la preparación y convocatoria a elecciones. 

El ingeniero Anthony Daquin, ex asesor del Ministerio de Interior y Justicia de Venezuela, sostiene que ese universo de electores fantasmas se esconde entre los cinco millones de cédulas de identidad emitidas sin cumplir con los debidos requisitos legales a lo largo de los últimos diez años, a través de un proceso, que en realidad estuvo organizado por el gobierno cubano.

Daquin, quien participó en ese proceso, dijo que muchas de esas cédulas de identidad fueron a parar ilegalmente a manos de extranjeros, a quienes se les prometió normalizar su situación migratoria, pese a que no cumplian los requisitos, bajo el compromiso de que siempre votaran a favor del gobierno, y a militantes del chavismo, quienes ahora portan más de un documento de identidad y lo utilizan para votar dos o tres veces durante los comicios.

El fraude, en Venezuela, fue kilométrico. En el 2010, el pueblo votó en las elecciones de diputados a la Asamblea, 51% a favor de los opositores y 47% a favor de los del gobierno, a través de un procedimiento tortuoso, manejado por los cubanos. Un rejuego en los distritos por parte del gobierno hizo posible que fueran mucho más los miserables elegidos como delegados que los opositores en la Asamblea.

Andreina Flores, venezolana, periodista de Radio Francia Libre, le hizo esa pregunta al Comandante comunista en una rueda de prensa: "¿Cómo es posible que si la oposición logró más votos que el gobierno, tenga menos delegados que el oficialismo en la Asamblea ?". 
El gobernante NO SUPO QUE CONTESTARLE.

El domingo 30 de septiembre antes de las elecciones, Henrique Capriles aglutinó en Caracas más de un millón y medio de caraqueños que asistieron voluntariamente, marcando el final de su campaña en Caracas. El delincuente coordinador de la campaña del oficialismo, escogió el jueves siguiente, día laborable para lograr un lleno (y no lo lograron) en las avenidas. Utilizaron 250 autobuses para traer decenas de personas de todos los municipios del país, obligados (pero les pagaron el día). Uno de los choferes de autobús declaró que PDVSA los contrató y les pagaron una suma enorme por el servicio.

Empresarios y comerciantes, beneficiados por el régimen, aportaron millones de bolívares para cubrir los costos de las "movilizaciones" de electores oficialistas.

Sin embargo, hay que ser pertinaz, y por vía democrática ir reduciendo los factores del timo en los procesos electorales y volver a la verdadera democracia.


Comentario: Con marcada precisión jurídica, Bayed, describe, en los tres primeros párrafos de esta crónica, muchas de las variadas formas y fórmulas para perpetrar un fraude electoral. En mi condición de venezolano, activo participante en el reciente proceso electoral para la elección presidencial, puedo avalar sin duda alguna, las aseveraciones de Rafael Bayed M.

 

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