Información ElNuevoPAÍS 04/09/2012
AMUAY Y LA OPINIÓN PÚBLICA, Juan Fernández . Taladro.
Es fácil ver como el gobierno aplica un mecanismo repetitivo de manipulación de la realidad, utilizando a personalidades claves del gobierno para tratar de modificar la opinión pública sobre la tragedia de Amuay.
El candidato Hugo Chávez, cuya obsesión es el control absoluto del país y por supuesto de PDVSA, sabe claramente como la tragedia de Amuay le quita la careta al gobierno y lo deja en evidencia de su pésima gestión pública. En consecuencia, cumple al pie de la letra las recomendaciones de su sala situacional, cuya tarea es realizar extenso seguimiento a la opinión pública sobre el día a día en el país, sobre todo ahora en el período de campaña electoral, para intentar cambiar la opinión pública con respecto a la tragedia de Amuay. Es una receta aplicada desde 1998 y es fácil develar su estrategia de comunicación.
En primer lugar, viene una arremetida en contra de los trabajadores petroleros despedidos ilegalmente por Chávez en 2003, al intentar relacionar el paro cívico con la tragedia de Amuay y correr la culpa hacia otros, intentando lograr su objetivo de todos estos años de sembrar la separación entre los venezolanos. Veremos nuevamente acciones en los tribunales para echarnos la culpa, una especie de tribunal tipo inquisición al conocimiento, al mérito, a los principios y valores. De hecho, la maquinaria de propaganda del gobierno quiere nuevamente sembrar la idea del sabotaje, término que seguirán utilizando los operadores políticos del gobierno, pero verán como el personal de PDVSA excluirá la palabra "sabotaje" del léxico, para cuidarse ante los aseguradores, quienes no pagan daños por estas razones.
En segundo lugar, desconocer o ignorar las opiniones de venezolanos expertos con credenciales, conocedores de las instalaciones petroleras venezolanas y los informes como el "Risk Improvement Recomendations" cuyo análisis y recomendaciones de mantenimiento correctivo y preventivo en el Centro Refinador Paraguaná, refleja la recurrencia de 222 incidentes, incluyendo 100 incendios .
En tercer lugar, utilizar la población que por causas de su situación económica se ve obligada a vivir en zonas las cuales deberían ser de protección de la refinería, sin correr riesgo de sus vidas, y que perdieron miembros de su familia en la explosión. El gobierno irresponsablemente solo anuncia la reconstrucción, buscando mostrarse eficiente cuando en realidad lo que debería hacerse es una evaluación estricta para evitar que se repita una tragedia afectando a la gente. Incluso utiliza a los afectados para dar gracias por la ayuda recibida. El tema de los familiares de las víctimas es altamente ignorado, pues ello apunta hacia los responsables, por lo que el interés del gobierno es obviar el tema de la responsabilidad.
En cuarto lugar, el desorden en los voceros del gobierno sobre la tragedia fue evidente, desde indicar que en dos días la refinería estaría operando normalmente hasta las declaraciones de funcionarios del gobierno, explicando lo que no saben. Se transforma en una vocería que lejos de explicar con claridad lo ocurrido se utiliza para alabar el supuesto proceso revolucionario, e inclusive se habla de cómo la tragedia "hace salir a PDVSA fortalecida". El Gerente del Complejo Refinador, Luongo, más que un responsable de la operación de la refinería parece un activista político del partido del gobierno, cuidando su puesto.
Por último, el propio candidato Chávez aprovecha la tragedia para justificar su gestión al frente de PDVSA con la bandera de la soberanía. Con ello se lava la cara, elude su responsabilidad y por el momento respalda al ministro Rafael Ramírez, hasta tanto la sala situacional evalúe nuevamente la percepción de la opinión pública y determine los pasos a seguir.
Los venezolanos no podemos aceptar que se nos manipule de esa manera, más aún cuando una tragedia como la de Amuay enluta a la familia venezolana, cuyo resultado debe ser unirnos a todos. No podemos seguir siendo manejados por, y a través de, la percepción mediática del gobierno. La indignación nos debe llevar a todos al cambio el 7-Oct., de no ser así, la tragedia de Amuay se convertirá en otro evento más del inaceptable baúl de los recuerdos.
Comentario: El Rey está desnudo, una vez más. ...Imposible ocultar sus responsabilidades civil y penalmente por el daño a bienes y personas civiles y militares, así como también, el millonario perjuicio ocasionado al patrimonio de PDVSA y su Refinería de Amuay e irreversibles daños al Medio Ambiente.
escritoriojuridicolvpg.blogspot.com
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