sábado, 3 de noviembre de 2012

LA OFENSIVA DEL "ESTADO COMUNAL", Fernando Luis Egaña.


Desde hace por lo menos 7 años, el régimen de Chávez viene moviéndose para moldear un supuesto “Estado comunal”, a través del llamado “Poder Popular” y su tinglado normativo, operativo y presupuestario. Pero, ¿qué significa esto, para qué serviría y qué razones lo explicarían?
Y lo primero que debe afirmarse es que una cosa es la teoría del poder comunitario o la justicia y necesidad práctica de la organización popular, y otra muy distinta es el modelo de hegemonía política que se busca afianzar con este pretexto comunal.
La idea básica es ir sustituyendo, paso a paso, el sistema de división político-territorial establecido en la Constitución, que incluye a estados-gobernaciones, municipios-alcaldías y parroquias-junta parroquiales, por el de una estructura de comunas, consejos del poder popular, ciudades comunales y otras entidades afines…
Se trata de la denominada “nueva geometría del poder” que formó parte de la desaprobada reforma constitucional del 2007, pero que igualito se fue adelantando y ahora, al parecer, es la prioridad de la hegemonía roja.
Lo clave de todo ello, es que a los gobernadores, diputados estadales, alcaldes o concejales los tiene que elegir el pueblo a través de comicios plurales. Pero en los ámbitos del poder popular, las “autoridades” no provienen del sufragio popular y representativo, sino de la decisión política y partisana, más bien al estilo del poder popular cubano.
Y esa sustitución no ha sido ramplona sino habilidosa. Todavía existen las gobernaciones y alcaldías, e incluso el 16-D hay elecciones regionales, pero el poder que tienen es cada vez de menor cuantía y alcance. Y por el contrario, la estructura comunal ha venido sumando funciones y recursos, hasta el punto que ya recibe tanto o más caudal presupuestario que lo dispuesto para los gobiernos estadales y locales.
Así mismo, el “Estado comunal” es un concepto llamativo que ayuda a disfrazar el latrocinio continuado de las mafias de la satrapía bolivarista. Mientras en Venezuela y en el exterior se discuta sobre el “modelo comunal” y las implicaciones de sus etcéteras ideológicos, las bandas oficialistas se sentirán más confiadas de seguir en lo suyo, o sea de seguir en la depredación máxima del patrimonio venezolano.
Por otra parte, la estrategia del Estado comunal se ha montado y vendido con base a legítimas y compartidas aspiraciones de amplios sectores populares, que la aprecian como una vía para acceder a recursos que puedan atender necesidades o aliviar problemas básicos.
El tema está fuertemente posicionado y seguirlo ignorando o desestimando es un absurdo que sólo favorece al poder establecido. Por ello, debe hacerse un gran esfuerzo de explicación, separando lo general y deseable de la organización social o comunitaria, de lo particular y gravoso del entramado hegemónico que se está levantando.
Las asociaciones vecinales o consejos comunales que se han extendido por todo el país, podrán ser transmutadas en meras piezas de un engranaje de dominación política, porque el “Estado comunal” de la satrapía roja no busca más democracia, o más justicia, o más participación popular. No. Su propósito es más control, más imposición y más continuismo. Por eso la ofensiva en marcha.
flegana@gmail.com

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