jueves, 25 de julio de 2013

...destrozaron la otrora sucursal del cielo ...

SOBRE LA MARCHA
Por ELIDES J. ROJAS L.


Caracas, aniversario agónico

25.07.2013
05:05 PM

Caracas de aniversario. La verdad que a estas alturas es una ciudad invivible. Ya antes de comenzar la llamada revolución pirata era una ciudad complicada, llena de vericuetos y un cinturón de miseria tan grande como la capital misma. Pero, realmente, la obra de destrucción realizada primero por Freddy Bernal, alcalde del Municipio Libertador y luego, por el actual jefe de la ciudad, Jorge Rodríguez, es incomparable.

La gestión de Bernal ha sido una de las más malas desde que se creó el cargo de elección popular, todo el tiempo preocupado en andar de espaldero de Chávez, sin iniciativa, rodeado de malvivientes y malandros que todavía chupan del erario municipal, defensor de un buen número de motorizados que conforman su guardia pretoriana. Pero, con todo y eso, ganó dos veces las elecciones locales. El fantasma del fallecido comandante daba para esa época suficiente empuje para triunfar en cuantas elecciones se realizaran. Se llegó a decir por esos tiempos que si Bernal se lanzaba otra vez, el chavismo perdería la alcaldía. Pero no ocurrió. El comandante muerto lanzó a Jorge Rodríguez, un oficialista encaletado en las primeras de cambio, quien pasó de rector del CNE a salvador de Chávez desde el revocatorio en adelante, vicepresidente, ministros de varios enchufes hasta recalar electo también en la alcaldía de Libertador, Caracas. También se dijo por esos días que no importaba. Si ganó Rodríguez, pues ganó Rodríguez. Nadie podía ser peor alcalde que Bernal, nadie podría ser más incapaz y flojo. Pues, se equivocaron otra vez. Rodríguez salió largamente peor. Pero en todo el sentido de la palabra. Cuando Chávez estaba vivo y tenía algún acto en jurisdicción de Rodríguez ese día aparecería en público seguro. Chávez se iba a otro lado y Rodríguez, inmediatamente regresaba a sus aposentos. No a la oficina de trabajo. Simplemente se perdía y nadie sabía de él. Claro que en las campañas sí, pues siempre es el jefe de campaña del oficialismo. No importa quién sea el candidato, aunque en realidad fue uno solo todo el tiempo, hasta que se murió.

Y ese es fundamentalmente el gran problema de Caracas: no le paran, no la quieren. Más bien el chavismo la odia, odia a la ciudad y a su gente. Es realidad lo único que les importa es el voto de los pobres, porque no es otra cosa. Si no fuera así, los barrios serían otros. Así que Caracas llega en modo podrido a este nuevo aniversario. Socialismo podrido. Basura, montañas de basura, calles y aceras rotas, llenas de huecos. Crimen y muerte en todas partes, sin excepción. Servicios de agua y luz precarios, a empujones para evitar revueltas y protestas. Y, para terminar de completar esta ópera chavista, tomaron por asalto cuanto terreno medio disponible había para meter  los edificios de la Misión Vivienda, obras consideradas una necesidad urgente, pero que ha debido ejecutar responsablemente y no de la manera tan pirata como lo han venido haciendo. Caracas no tiene nada que agradecer al fallecido ni a su proyecto. Al contrario. Es una ciudad brutalmente asesinada.

Twitter: @ejrl

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