SOBRE LA MARCHA
Por ELIDES J. ROJAS L.
Por ELIDES J. ROJAS L.
Militares y cubanos hasta en la sopa
25.04.201301:01 PM
La fórmula del gobierno castrocomunista
para hacer ver que está trabajando y que de alguna manera intenta
resolver los problemas muy graves que le dejó el gigante al consejo de
gobierno (Fidel Castro, Raúl Castro, Ramiro Valdés por Cuba. Maduro y
Cabello por Venezuela). No es cuento. El gigante, al momento de dejar la
tierra, acumulaba una buena dosis de destrucción que no le pesó para
nada a la hora de ser reelecto en octubre, aunque siempre supo que no
podría gobernar.
Pero para el fallecido, el esquema de solución nunca estuvo en su mente. Lo de él era atacar, dinamitar, destruir. Si quedaban escombros y residuos en el camino ni los recogía. Como AgroIsleña o AgroPatria. Se la robaron a su dueño. Una gerencia llena de incapaces y de dudosa reputación la quebró. No es cuento. La arruinó de verdad. Y ahí quedó tirada por todo el país la montaña de escombros que dejó el paso del castrocomunismo por una empresa eficiente y rentable. Lo mejor del cuento es que Maduro, como miembro del consejo de gobierno cubano-venezolano, acaba de premiar a uno de los autores de esta debacle con un ministerio. Como debe ser. A eso vinieron. Y lo están haciendo perfectamente desde hace 14 años.
El gigante dejó a sus herederos un verdadero desastre. No recuperable por un gobierno con las características de estos revolucionarios de tercera. Tan malos son que cuando algún funcionario destaca, los demás lo anulan. Es que este proceso está reñido con la calidad, la eficiencia y el buen servicio a los ciudadanos. Eso no les interesa a los cubanos ni en su propio país, menos le va a importar a otra nación. Por eso la formulita de Chávez es la misma que aplica Maduro y su consejo de gobierno colectivo: la militarización.
Muy bien saben los Castro que esa estrategia no va a solucionar nada, pero va en concordancia con la dirección del tenebroso del G2 cubano. Si no puedes arreglar algo, mete miedo. Y con los militares lo hacen. Al menos hasta ahora. De allí que cuando el gigante estaba vivo a cada rato militarizaba empresas. Lo hizo con Cantv, con haciendas, con fincas, con la CVG, con el sistema eléctrico. Hasta las busetas de transporte colectivo estuvieron militarizadas. Y nada sirvió. Todo ese montón de uniformes verdes armados hasta los dientes solo amedrentaron y sirvieron para acusar a otros de la indolencia e incapacidad del gigante y su equipo. Fracaso tras fracaso. Se murió y eso es parte del legado. Hasta la forma de enfrentar los problemas es parte de la herencia. Militares con todo el mundo.
Maduro, siguiendo los pasos del gigante, como debe ser y, bajo la clara tutela de la incapacidad de los Castro, se monta en el mismo riel. Militares para el sistema eléctrico nacional. Eso, como se verá en breve, no servirá para nada. Más allá de las notas de prensa y de las fotos oficiales que mandarán los propagandistas del régimen de los de verde con sus fusiles rusos, otro costoso adorno generador de comisiones y nuevos ricos; no veremos cómo se optimiza el servicio eléctrico para la gente. Para nada. Llenar de militares las plantas, las represas y los tendidos no es la solución. Basta que vean cómo funciona en Colombia o Chile y verán que los militares ni siquiera pasan cerca de las torres, salvo cuando los asesinos de la guerrilla, tan admirados por estas tierras, vuelan alguna torre o dinamitan algún cableado. Es la era de los militares y cubanos metidos en todo y acabando con todo.
Pero para el fallecido, el esquema de solución nunca estuvo en su mente. Lo de él era atacar, dinamitar, destruir. Si quedaban escombros y residuos en el camino ni los recogía. Como AgroIsleña o AgroPatria. Se la robaron a su dueño. Una gerencia llena de incapaces y de dudosa reputación la quebró. No es cuento. La arruinó de verdad. Y ahí quedó tirada por todo el país la montaña de escombros que dejó el paso del castrocomunismo por una empresa eficiente y rentable. Lo mejor del cuento es que Maduro, como miembro del consejo de gobierno cubano-venezolano, acaba de premiar a uno de los autores de esta debacle con un ministerio. Como debe ser. A eso vinieron. Y lo están haciendo perfectamente desde hace 14 años.
El gigante dejó a sus herederos un verdadero desastre. No recuperable por un gobierno con las características de estos revolucionarios de tercera. Tan malos son que cuando algún funcionario destaca, los demás lo anulan. Es que este proceso está reñido con la calidad, la eficiencia y el buen servicio a los ciudadanos. Eso no les interesa a los cubanos ni en su propio país, menos le va a importar a otra nación. Por eso la formulita de Chávez es la misma que aplica Maduro y su consejo de gobierno colectivo: la militarización.
Muy bien saben los Castro que esa estrategia no va a solucionar nada, pero va en concordancia con la dirección del tenebroso del G2 cubano. Si no puedes arreglar algo, mete miedo. Y con los militares lo hacen. Al menos hasta ahora. De allí que cuando el gigante estaba vivo a cada rato militarizaba empresas. Lo hizo con Cantv, con haciendas, con fincas, con la CVG, con el sistema eléctrico. Hasta las busetas de transporte colectivo estuvieron militarizadas. Y nada sirvió. Todo ese montón de uniformes verdes armados hasta los dientes solo amedrentaron y sirvieron para acusar a otros de la indolencia e incapacidad del gigante y su equipo. Fracaso tras fracaso. Se murió y eso es parte del legado. Hasta la forma de enfrentar los problemas es parte de la herencia. Militares con todo el mundo.
Maduro, siguiendo los pasos del gigante, como debe ser y, bajo la clara tutela de la incapacidad de los Castro, se monta en el mismo riel. Militares para el sistema eléctrico nacional. Eso, como se verá en breve, no servirá para nada. Más allá de las notas de prensa y de las fotos oficiales que mandarán los propagandistas del régimen de los de verde con sus fusiles rusos, otro costoso adorno generador de comisiones y nuevos ricos; no veremos cómo se optimiza el servicio eléctrico para la gente. Para nada. Llenar de militares las plantas, las represas y los tendidos no es la solución. Basta que vean cómo funciona en Colombia o Chile y verán que los militares ni siquiera pasan cerca de las torres, salvo cuando los asesinos de la guerrilla, tan admirados por estas tierras, vuelan alguna torre o dinamitan algún cableado. Es la era de los militares y cubanos metidos en todo y acabando con todo.
El gigante dejó sus huellas. Y también las soluciones inútiles. Incluyendo a sus sucesores.
Twitter: @ejrl
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