FRACASO AB INITIO DEL ESTADO COMUNAL
Primera comuna de Caracas ha reducido al máximo su capacidad de producción
La primera comuna de Caracas, fundada en Tacagua Vieja (73 hectáreas de zona verde a la altura del kilómetro 13 de la autopista Caracas-La Guaira) en agosto de 2008, ha ido perdiendo el empuje con el que nació, y sus cinco unidades de producción han reducido su capacidad, afectadas sobre todo por la deserción de sus integrantes.
La comuna Gual y España estaba llamada a ser la pionera del llamado Estado Comunal, el espejo en que deberían mirarse todas las comunas futuras, pero lo cierto es que en vez de evolucionar ha involucionado, pues su producción es hoy menor a la de hace cuatro años.
El galpón de conejos de engorde (la unidad de producción -UP- llamada El Gran Poder de la R), que en 2008 tenía como meta inmediata llegar a 1.088 conejos, hoy está semiabandonado y apenas alberga a unos veinte animales.
El galpón donde alguna vez la UP Siembra Pueblo (hoy dedicada solo a la agricultura) tuvo 2.900 gallinas está hoy vacío. Y las tres UP dedicadas a la agricultura (Siembra Pueblo, Pica de la Loma y Unión Familiar) debieron unir fuerzas para poder sobrevivir y ahora trabajan en conjunto la tierra que tienen asignada.
La UP Agropecuarios del Futuro maneja dos mil gallinas que ponen 1.800 huevos diarios y también siembra limones, cilantro, cebollín y naranja en pequeños huertos, pero los miembros que la constituyen pasaron de ser 38 en 2008 a solo ocho -todas mujeres- hoy.
Sin embargo, no fueron los que enfrentaron la mayor deserción, pues en Siembra Pueblo solo quedan tres miembros de los 21 fundadores, 6 de 30 en Pica de la Loma y 8 de 30 en Unión Familiar. El Gran Poder de la R es hoy una sola persona. La comuna Gual y España fue abandonada hasta por la Guardia Nacional, que solo estuvo el primer año custodiando sus espacios.
Falta de supervisión
Isaura Marcano (de Los Agropecuarios del Futuro) tiene ocho años produciendo en este lugar, incluso antes de la formación de la comuna, cuando el nombre era “núcleo endógeno”. Ella cree que el problema es que a la gente no le gusta trabajar la tierra: “Cuando consiguen otro empleo, el que sea, se largan. Esto es bien bonito, pero también es mucho el trabajo”.
Dice que otro de los problemas ha sido la falta de supervisión, pues el Gobierno cumplió dando créditos pero después no verificó en qué se utilizaba ese dinero ni se preocupó en asesorar y acompañar el proceso.
A ella le da pena que no se atienda como es debido una iniciativa que califica de “maravillosa”, pues se trata de producir los bienes para surtir a todos los habitantes de la zona, sin intermediarios, lo que le permite vender el cartón de huevos a 27 bolívares.
También la bloquera (que nació después) ofrece bloques a precios bajos: 2,8 bolívares. Normalmente produce entre 600 y 700 diarios, pero actualmente está parada porque están reparando la máquina.
Mirla Machado, otra de las pioneras de este lugar, explica que con la unión de las tres unidades de producción dedicadas a la siembra, esperan cosechar en los próximos meses más de diez toneladas de tomate y pimentón, que serán vendidas entre los propios vecinos.
Al igual que Marcano, siente también que las instituciones cumplieron con el primer impulso, pero que luego faltó acompañamiento y ellos debieron aprender a tropezones: “Con las gallinas pasó que se compraron muchas viejas porque no teníamos conocimiento. Después las envenenaron, no sabemos quién ni por qué. El Presidente le puso corazón a esto, pero entre la comunidad hubo mucho egoísmo. El socialismo no está dentro de la gente”…Javier Brassesco/El Universal
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