jueves, 1 de agosto de 2013

...guisos viales en el horizonte ...raspando la olla ...

SOBRE LA MARCHA
Por ELIDES J. ROJAS L.


Puerta abierta a la corrupción

01.08.2013
11:46 AM

La declaración de emergencia en cualquier área, sea en un estado específico del país, en un sector o en un hospital, solo por mencionar algo a título ilustrativo, tiene supuestamente la gran ventaja de permitir a las autoridades atacar de manera rápida y efectiva la situación que origina la emergencia. Eso sería lo ideal, el deber ser. Es lo que ocurre en un país con burocracia decente, con vocación de servicio.


Aquí en Venezuela, en medio de la revolución más corrupta de la historia, no se puede otorgar el beneficio de la duda debido a los antecedentes. Hay que pensar lo peor. Gran parte del dineral gastado de manera directa, sin licitación, en otras emergencias, ha terminado en Islas Caimán o en Mónaco. Ahora el gobierno bolivariano y socialista declara emergencia en toda la vialidad del país, admitiendo el desastre que viene advirtiendo el gremio de ingenieros y, en lo que le toca, sufriendo con sus carros y vidas una buena parte de los venezolanos.


Esto dice la nota de El Universal: A través del Decreto N 238 publicado Gaceta Oficial N 40.218 el Ejecutivo declaró en emergencia a toda la vialidad del país. El lapso que se establece en el decreto firmado por el presidente de la República, Nicolás Maduro, es de 90 días. La instancia encargada para la construcción, rehabilitación y mantenimiento de las autopistas, vías, carreteras y troncales a nivel nacional es el Ministerio de Transporte Terrestre cuyo jefe de despacho es  el ministro Haiman El Troudi, y deberá rendir cuentas a la presidencia de la República.


Es urgente e indispensable adoptar medidas extraordinarias sobre la infraestructura vial, por su carácter estratégico y de seguridad de la nación, indica el texto de la Gaceta Oficial vigente desde este jueves.



No vamos a afirmar que el ministro es un ladrón. No es el objetivo de este artículo y mucho menos decir que Maduro, ante quien rendirá cuentas, se dejará pasar gato por liebre así de fácil como sí le hacían a cada rato al comandante supremo, muerto en marzo pasado. Lo que sí señalamos es que todas las emergencias previas a esta han terminado en rotundos fracasos, sin rescate de infraestructura si se trata de obras físicas, sin rediseño de proyectos si se trata de planes en ejecución y, para variar, con los reales debidamente embolsillados de la manera más revolucionara posible.


Basta ver, así por encimita, la emergencia del estado Vargas decretada a raíz del deslave. En el litoral se chuparon cinco mil millones de dólares en varias administraciones de emergencia. Pues Vargas está tan podrido, salvo una que otra obrita ejecutada recientemente y no en medio de la emergencia, que en tiempos del aguacero fatal. Claro que no hay ni un preso ni siquiera un juicio abierto. Pero Vargas ni luz ni agua, delincuencia pareja, basura y el mismo riesgo que en 1999. Plata perdida. Emergencia perdida.


Muchos gobernadores del chavismo han gobernado decretando emergencia de manera de otorgar contratos sin licitación, que es lo más importante de la fulana emergencia. Hasta el papá del difunto tuvo un problema en Barinas por trabajar en emergencia eterna. Y si quieren saber si la emergencia funcionó en ese estado donde nacieron los Chávez, simplemente pase por ahí y verá el mismo tierrero de hace 15 años.


Ya veremos. Es cosa de tiempo simplemente.


Twitter: @ejrl

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