Nicolás Maduro Moros no es venezolano por nacimiento
Incapacitado el G2 para forjar una Partida de Nacimiento,
el TSJ asume la legitimación de los ilícitos
Rafael Rivero Muñoz
Caracas, 22/06/13
@rarmuz
- “… aquellas entidades… vacías de contenido en las que las instituciones ya no funcionan o en las que han sido secuestradas y puestas al servicio de los intereses… ilícitos…”
Moisés Naím (Ilícito 2005)
Al
tomar y consolidar cuerpo independiente la divulgada tesis del
nacimiento de Nicolás Maduro Moros fuera de Venezuela; sumada luego a su
referida entrada y radicación en el territorio del país mucho después
de cumplidos los once años y aún en la eventualidad de que se pudiere
documentalmente probar como indiscutido el nacimiento en Venezuela de su
padre, sin embargo, sobre esa única y exclusiva probatoria, no se puede
argumentar, sostener, documentar y validar, el soporte constitucional
que haga legal y legítimo el actual desempeño de Nicolás Maduro Moros
como presidente electo:
No existen en los hechos ni se pueden fabricar en derecho, los
elementos que atornillen en lo político, social y psicológico del
venezolano común, el inapelable e insustituible requisito constitucional
de una venezolanidad por nacimiento.
Un nuevo elemento se incorpora
De ser cierta y tomada como tal la información, entonces, apareció lo
que meses antes, bajo argumento de daños en los registros, habría sido
negado por la misma oficina.
De acuerdo a la información publicada por el semanario Las Verdades de Miguel, bajo la firma de Mariano Mejías.
“… copia certificada de un acta de nacimiento proveniente de la
Delegación Departamental del Norte de Santander de la Registraduría
Nacional del Estado Civil de la República de Colombia, de un libro de
Registro cuyo original ya se encuentra resguardado en máxima seguridad
en un edificio público de Bogotá, y cuyo acceso al mismo, y proveniencia
de la certificación que sustentará la demanda, proviene de una alta
posición pública de la hermana República vecina…
… En dicho registro se evidencia que el padre de una criatura que fue
presentada en noviembre de 1962, era (o es) venezolano por nacimiento,
lo cual obligaría a su hijo a probar que acogió la opción de solicitud
temporánea de residencia en Venezuela para poder calificar a ser
considerado ‘venezolano por nacimiento’…”
Partida de Nacimiento
El padre al cual se refiere la copia certificada que envía Colombia,
es Maduro García Nicolás, nacido el 23/12/1927 según ese documento y
quien fuera, según informaciones ya comentadas, cedulado como venezolano
en la ciudad de San Cristóbal.
La criatura presentada en noviembre de 1.962, se refiere
indiscutiblemente –no puede ser otro– a Nicolás Maduro Moros y la
Registraduría Nacional del Estado Civil de la República de Colombia,
Delegación Departamental del Norte de Santander, lo que registró fue la
presentación de un niño y a esa certificación de ese Registro se le
conoce en Venezuela como Partida de Nacimiento.
En otros términos y sin que exista ni pueda existir la más mínima
duda, Nicolás Maduro Moros, hijo de Maduro García Nicolás, nacido el
23/12/1927, supuesto venezolano y de Moros Acevedo de Maduro Teresa de
Jesús, nacida en Cúcuta el 01/06/1929, nació, como se ha afirmado en
notas anteriores, en Cúcuta, Norte de Santander Colombia y fue
oficialmente registrado, como consta, su nacimiento en territorio
colombiano.
Detalles del periplo del cucuteño
Nicolás Maduro Moros en Venezuela, desde su infancia, trabajo como
ayudante de chofer de autobús en Cúcuta, hasta su traslado a Caracas con
los detalles de su ilícita cedulación como venezolano, ya han sido
abordados.
En
cuanto a la madre, suficientes las informaciones y la documentación de
la que se dispone y que de forma indubitable identifica a la madre de
Nicolás Maduro Moros, Moros Acevedo de Maduro Teresa de Jesús, como
nacida en Cúcuta el 01/06/29 y titular de la Cédula de ciudadanía de
Colombia N° 20.007.077, por tanto de indubitable y vigente nacionalidad
colombiana.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=AhAdjsqjOyYPor tanto
Sobre la base de esa tesis avanzada hoy documentada, práctica,
jurídica y técnicamente, primero, Nicolás Maduro Moros, no siendo ni
pudiendo probar ser venezolano por nacimiento, carece de toda validez
su presentación, aceptación, registro y postulación por el CNE para las
elecciones presidenciales de abril de este año y por tanto.
Segundo, se invalida la postulación y, sujeto a la norma vigente, no
puede, aún ganando las elecciones de abril, ejercer en pleno derecho el
cargo de presidente de la República.
Tercero, en este caso de su proclamación
como ganador; la ulterior juramentación, asunción y ejercicio del cargo
por sobre y en detrimento de los términos pautados por el texto
Constitucional vigente, y todos y cada uno de sus actos, dentro y fuera
del territorio e independiente de fecha, hora, lugar y circunstancia,
son nulos de toda nulidad; es decir, son actos inexistentes.
El patuque
El G2 de Cuba, a pesar de tener en sus manos las bases de datos –los
soportes físicamente en la Universidad de las Ciencias Informáticas UCI–
y todo el Sistema de Identificación y de Registro Civil de Venezuela;
el acceso ilimitado y el control absoluto de todos y cada uno de los
soportes físicos originales de todos y cada uno de los registros, no
estuvo jamás capacitada para cumplir con las tarea de un Servicio de
Inteligencia y Contrainteligencia en un país en curso de una guerra
clandestina y no declarada:
Primero, Ramiro Valdés Menéndez, jefe del G2, no se enteró en aquel
momento de la selección por Fidel Castro Ruz de su “Hombre de La Habana
en Caracas”, hoy identificado como Nicolás Maduro Moros, y menos tomo en
cuenta la proyección futura de ese empeño de su jefe y desempeño de su
Estado beligerante, para investigar previamente detalles completos del
candidato, complementar la tarea al subsanar las fallas potenciales e
imponer a su jefe, tanto de las resultas de la investigación, como de
los arreglos implementados.
Segundo, Ramiro Valdés Menéndez, jefe del G2, no hizo lo que tenía
que haber hecho a tiempo, para blindar con suficiencia tanto la
condición de venezolano por nacimiento de Nicolás Maduro Moros, como la
misión que le había sido asignada en Venezuela.
Tercero, pero es que tampoco, Ramiro Valdés Menéndez, jefe del G2, a
pesar de sus años de entrenamiento y de la infraestructura técnica que
le instaló en La Habana la Stasi (Servicio Secreto de la Alemania del
Este, ésta a su vez heredera de las muy depuradas técnicas de la SS de
la Alemania Nazi) y a estas altura del affaire, carece de medios y
no está en capacidad para forjar y exhibir una Partida de Nacimiento
que, técnicamente, soporte el peritaje y los exámenes que, eventual e
indiscutiblemente, puedan ser demandados y ser ejecutados en la fase
probatoria, en caso de instaurar un juicio controvertido en tribunales,
nacionales, menos aún extranjeros.
Entra en este juego político/criminal, el TSJ
Ante el desastre en curso, por instrucciones de La Habana, el
Tribunal Supremo de Justicia TSJ, dando un manotazo a todas las causas
en curso en cualquiera sea la Sala, ejecutivamente recolecta las
documentaciones y sus soportes y asume directamente las tareas
necesarias, tanto para ganar tiempo y mantener en Miraflores a Nicolás
Maduro Moros, como para garantizar la continuidad del subsidio
financiero venezolano a los hermanos Castro y su, disque revolución:
“… La abogada Gladis Gutierrez[i],
la recién nombrada Presidenta del TSJ y de la Sala Constitucional,
militante oficialista, dispuso que la Sala Constitucional del TSJ se
‘avocara’ a conocer los siete recursos contenciosos electorales de
nulidad contra las elecciones presidenciales del 14 de abril pasado.…”
¿Por qué?
Ingleses y alemanes, antes y durante la Segunda Guerra Mundial,
desarrollaron unidades verdaderamente especializadas para la dotación de
documentación falsa a sus agentes destacados tras las líneas de
combate.
Conscientes estaban los profesionales de esos servicios, que la más
mínima falla o error en documentos, soportes y testimoniales,
conducirían en definitiva al absoluto fracaso de la misión de guerra y
en particular a sus agentes infiltrados en el país bajo ataque, a los
salones de torturas, juicios y a un paredón de fusilamiento.
Esas especializadas técnicas documentales fueron luego asumidas y
mejoradas substancialmente por otros servicios de espionaje y
contraespionaje, inteligencia y contrainteligencia, especialmente, fue
el caso de la propia Alemania Occidental con Reinhard Gehlen al frente
del BND y los de USA (OSS/CIA), URSS (GPU, NKVD, KGB); pero, eso es
pasado.
De eso no le quedó memoria ni absolutamente nada a los improvisados
del G2; como caribeños al fin, nada de eso merece importancia y en todo
caso sobre la marcha siempre es posible resolver[ii].
La jugada muy al estilo G2
Recientemente
el ex Embajador, Representante Permanente de Panamá ante la
Organización de los Estados Americano, en Washington, D.C. Guillermo
Alberto Cochez Farrugia, anunció que viajaba a la ciudad de Cúcuta para
recibir algunas importantes informaciones y documentos que le habían
sido ofrecidas por fuentes voluntarias:
“… También daré detalles d últimas investigaciones s/ su lugar d
nacimiento. Si el prueba q nació en Venezuela no lo mencionó más…
… Si se nacionalizo a los 11 años no nacio en Venezuela y no puede
ser Presidente. Doble fraude porq no gano el 14A. Vete Nicolas…
(19/06/13)
Con
posterioridad se conocería que la información y documentación que le
entregaron a Cochez Farrugia para que la divulgara, era una burda
estratagema para descalificarlo de hacerla pública con su firma y por
sus medios; se trató de un montaje de una presunta Cédula de Ciudadanía
Colombiana de Nicolás Maduro Moros.
Cochez Farrugia salió de Colombia sin información y esa manipulada
información e imagen que desechó, ya ha sido difundida por otros canales
en la red.
Conclusión
Indiscutiblemente no queda otra alternativa si el objetivo es la
permanencia de Nicolás Maduro Moros en Miraflores: a) recopilar y meter
en congelador todas y cada una de las causas y de los recursos
intentados por ante el TSJ; b) una nueva sentencia que al igual que en
la anterior ocasión se aplicó un disque principio de “continuidad
administrativa” para superar obstáculos; esta vez en los extremos, otro
cualquier argumento del creativo repertorio de la revolución vendrá, en
la sentencia de la Sala Constitucional, a convalidar el ilícito
ejercicio de la presidencia de la República por un venezolano
tramposamente cedulado, quizás nacionalizado y no como lo establece
taxativamente la Constitución vigente de 1999, venezolano por
nacimiento.
Por el camino que marcará esa nueva sentencia del TSJ, el próximo
candidato y seguro ganador de las subsiguientes elecciones
presidenciales, bien pudiera ser entonces, un nacido en La Habana,
Camaguey o cualquier otro lugar de Cuba y nacionalizado ejecutivamente
como el colombiano Nicolás Maduro Moros.
[i]
Gladis Gutiérrez Alvarado, MVR200 de la mano de J.R. Nuñez Tenorio,
Omar Meza Ramírez; durante de la prisión de Hugo Rafael Chávez Frías, se
encargó del cuidado, alimentación y protección de sus hijos; al llegar
éste al poder, designada en la dirección del partido en Nueva Esparta,
luego cónsul en Madrid, Procuraduría General de la República y
Magistrada del TSJ, hoy, desplazando a Luisa Estella Morales Lamuño, fue
electa presidente del TSJ
[ii]
Y llegó la marcha y ni Ramiro Valdés Menéndez, ni el G2 ni los
“inteligentes” técnicos, han podido o pueden resolver el entuerto, o
asomar una solución a sus graves errores del pasado; menos aún, están en
capacidad de forjar una indubitable Partida de Nacimiento; ¿por qué?
- Ya Nicolás Maduro Moros había adelantado e insistido que nació en Caracas y específicamente se han citado, la Parroquia El Valle, Valle Arriba, Chaguaramos, Santa Mónica o sus aledaños.
- Ya Nicolás Maduro Moros le puso lugar, aquí, allá o más allá pero en Caracas y fecha inalterable al nacimiento; por lo cual el “cabo” de El Palotal lanzado por el gobernador del Táchira, José Guillermo Vielma Mora, no sirve después de lo oficialmente asegurado.
- El asiento en los Libros de Nacimiento se hace en manuscrito, en tinta, sin tacha alguna; se identifican una tras otra; sin solución de continuidad, espacios –menos aún páginas– folios– en blanco; cada página se distinguen con un número secuencial tanto del folio como con número de Acta (cada Acta registro por separado, precedida del número menor anterior y seguido por el número mayor posterior).
- Son dos Libros de Registro de Nacimientos, el de la Jefatura y el del Registro Principal y no pueden ser otros que aquellos circunscritos al área geográfica y a un lapso o trimestres en fechas ya citadas.
- Necesario es verificar que jefe de la oficina y funcionarios claves en el registro de los nacimientos en la fecha de registro o ya estén muertos, esté ubicados y sean suficiente y perfectamente controlables en sus alegatos en la potencial fase probatoria, si fuere el caso.
- En los libros seleccionados, deberán lograr entonces, sobre la fecha de nacimiento conocida o posterior, un folio y su vuelto con un Acta de Nacimiento, si es posible y preferiblemente, de un menor a defecto de ello, de adulto, pero muertos.
- Sobre el seleccionado Folio y Acta, podrá entonces intervenir el experto del Servicio para borrar y para cambiar en su totalidad, por lo menos cinco nombres (presentador, presentado, padre, madre y los dos testigos).
- Quizás por el tiempo entre la data del registro y la de la intervención fraudulenta, los problemas de oxidación de la tinta no sean problemas; pero si lo serán otros factores sujetos a minuciosos exámenes de laboratorio como son, entre otros, por lo menos, el instrumento de escritura, la composición química de la tinta que no puede ser distinto al usado en el acta original a intervenir; luego están los trazos de la escritura.
- Esa intervención fraudulenta, someramente referida, deberá ser ejecutada con igual destreza, pulcritud y silencio en los dos Libros de Registro de Nacimiento.
- Y Ramiro Valdés Menéndez y su famoso pero inútil G2, no han estado nunca ni están ahora en capacidad alguna para realizar una operación clandestina de este tipo, sin dejar –como en el cuento de Hänsel y Gretel de los hermanos Grimm– todo el camino marcado y no precisamente con pedacitos de pan y que permiten su ulterior trazado en cualquiera sea la inspección o examen técnico en un juicio controvertido.
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