SOBRE LA MARCHA
Por ELIDES J. ROJAS L.

¿Fe de vida o fe de ausencia?

24.01.2013
12:19 PM

Maduro candidato. Maduro presidente encargado. Maduro el heredero. Maduro y Diosdado se disputan el botín. Diosdado no permitirá que un civil se quede con el coroto. Los militares golpistas del 92, los dueños de la botija, no dejarán que sea un civil el que asuma el mando de la banda. Para el chavismo es fundamental que se mantenga Cuba detrás del asunto, así como para Cuba es clave seguir recibiendo los dólares venezolanos. Los próximos pasos del chavismo están entre un golpete frontal, casi descartado por tener gran oportunidad de seguir en la buena a punta de elecciones, o entrar en  carrera electoral como al parecer ya lo están haciendo.

Especulaciones puras y simples. Cuentos de camino al estilo cubano. Estrategia cubanocastrista para ganar tiempo. Parte del desorden chavista. Espectáculo. Misión Lástima. En cualquier momento regresa Chávez como si nada. Ya apareció una foto vieja vendida como nueva en la que Chávez camina en La Habana. Nicolás Maduro no necesita carroza, esa es una gran ventaja para el oficialismo en campaña electoral. Maduro no tiene discurso, pero sabe insultar tan bien como su ausente maestro. No hay más candidatos: Cabello es un perdedor. Ramírez tiene fama de millonario. Jaua es otro perdedor. En todo caso son más especulaciones y cuentos de camino. Mucho tiene qué ver la experticia de los maestros cubanos de la manipulación.

Marchas sin Chávez. Maduro de sustituto. Maduro por el medio de la calle rodeado de la gente. Operación trueque en pleno desarrollo. Maduro sin carroza. Juramentación con un ente invisible. Memoria y cuenta también de teatro. Poderes Públicos en acción para mantener viva y válida la imagen de líder ausente. Maduro y Jaua ejerciendo papeles en el Poder Ejecutivo sin legitimidad y fuera de la ley. Más cubanización en la estructura del poder venezolano.

Actos de ausencia y la enorme  campaña de propaganda en los medios oficialistas y en los privados obligados a transmitir cadenas, afiches y pendones por todas partes como si el hombre de verdad estuviera en Miraflores, opinadores oficialistas perfectamente alineados en el discurso que coloca al ausente a nivel del Olimpo. Estos detalles más todo lo anteriormente señalado se puede decir que son pruebas de no vida. Son los hechos y eventos que conforman la terrible sospecha de que el líder ya no será más líder. De lo contrario; el país, las naciones vividoras y el mundo en general, ya tendrían una prueba de vida tradicional. Las verdaderas.

Ya el ausente habría aparecido en cadena nacional desde La Habana o desde Maiquetía. Ya hubiese estrenado una retahíla de insultos nuevos y creativos. Desde hace muchas lunas habría llamado por teléfono a su carnal de La Hojilla o al otro del programa de las iguanas. Desde hace muchos soles habría cantado con Cristóbal Jiménez Fiesta en El Orza. Y también hubiese pegado un brinca brinca en la tarima más pintada. Hace rato hubiese reaparecido el Aló presidente. Hubiese liderado la marcha de ayer. No Maduro.

Esas son pruebas de vida. Pero las que ha presentado hasta ahora el oficialismo y sus amos cubanos son todo lo contrario: pruebas de no vida.

O fe de ausencia.


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