Según un reportaje publicado en ABC de España,
Nicolás Maduro y las hijas de Chávez llevan una vida de lujo y
despilfarro. Gastan 2,6 millones de euros diarios, más que la reina
Isabel II de Inglaterra.
El presidente Nicolás Maduro y las hijas de Hugo Chávez viven en una
burbuja de lujo y despilfarro que contrasta con la vida de la mayoría de
venezolanos: pobres, castigados por la escasez de alimentos y medicinas
en un país paradójicamente rico en petróleo, pero asolado por una
crisis económica y financiera que no parece tener fin.
El diputado opositor Carlos Berrisbeitía lleva la cuenta de los
gastos presidenciales desde hace 15 años, antes con Chávez, muerto de
cáncer el 5 de marzo de 2013, y ahora con el sucesor, que se ha
incrementado un 40 % de sus gastos en lo que va de año. «Maduro es el
único venezolano que no tiene problemas con la inflación porque pide al
parlamento créditos para que le ajusten su presupuesto a la tasa de
inflación», dice a ABC.
Su investigación muestra que Maduro y las hijas de Chávez (Rosa
Virginia y María Gabriela) gastan 2,6 millones de euros diarios. Esta es
una cifra «inmoral y obscena», según el diputado, que supera con creces
el gasto de las monarquías europeas, por ejemplo, la reina Isabel II de
Inglaterra, y los presidentes latinoamericanos. El diputado
Berrisbeitía suma los dos gastos presupuestados a cargo del Jefe del
Estado: el total de este año del ministerio de la Secretaría del
Despacho de la Presidencia (Miraflores) es de 5.892 millones de
bolívares (698 millones de euros) y el total de la residencia
presidencial (La Casona), de 2.258 millones de bolívares (266,7 millones
de euros).
La separación de los dos presupuestos se debe a que Maduro vive con
su familia en el Fuerte Tiuna y no en la residencia presidencial donde
permanecen todavía María Gabriela y Rosa Virginia Chávez después de la
muerte de su padre hace año y medio, lo que genera doble gasto para la
nación por mantener a dos grupos familiares.
Las Chávez en «La Casona»
María Gabriela utiliza los aviones presidenciales –sus fotos en
Instagram lo confirman- y viaja constantemente con los fondos públicos,
mientras el gobierno no tiene con qué pagar la deuda de 4.000 millones
de dólares a las aerolíneas y los venezolanos no tienen cómo viajar por
la reducción de vuelos. A ello se le suma la falta de divisas para
importar medicamentos y alimentos.
Las hijas de Chávez gastan un total de 2.258 millones de bolívares al
año (266,7 millones de euros, a razón de 730.854 euros diarios) por
vivir en «La Casona», sin incluir billetes de avión ni viáticos de
viajes. La mayor partida presupuestada para 2014 incluye electricidad,
teléfono, seguridad del personal civil y militar, guardaespaldas,
chóferes. También el mantenimiento de la sala de bolos, la de baile,
piscinas, los cocineros o el cuidado de los vehículos. Mensualmente el
gasto es de 177 millones de bolívares y al año son 2.124 millones.
Además, la asignación para la compra de alimentos y bebidas y las
agencias de festejos se llevan 129 millones de bolívares.
Maduro en Miraflores
Los gastos directos de Maduro en Miraflores suman 77.313.637
bolívares (9,158 millones de euros), sin incluir los 698 millones de
euros de su despacho de Presidencia. Las partidas más abultadas son las
de viajes: al exterior son 33,2 millones de bolívares y los nacionales,
16,8 millones. En tercer lugar, el mandatario tiene una cartera de 12,4
millones de bolívares llamada «relaciones sociales» para invitar a sus
amigos a comer y hacer regalos. Para los gastos telefónicos asigna 9,164
millones y 898.000 bolívares para la factura eléctrica. También gasta
en lavandería y tintorería 969.680 bolívares. En libros, revistas y
periódicos destina 1,453 millón de bolívares. En prendas de vestir, 1,4
millón. En calzados 170.000 y en crema de afeitar y lociones, 753.050
bolívares.
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