sábado, 17 de mayo de 2014

SOBRE LA MARCHA
Por ELIDES J. ROJAS L.


Turismo en tiempos de revolución

17.05.2014
11:17 AM


Venezuela es chévere es el genial eslogan que se inventó Andrés Izarra, otro de estos ministros del gobierno chavista que saben de todo y que van de cargo en cargo, de enchufe en enchufe, sin dejar absolutamente nada qué mostrar. Al contrario, más bien peor. Es el funcionario tipo Diosdado Cabello, su hermano José David Cabello, Pedro Carreño, toda la familia Chávez, Jesse Chacón o el sucesor a juro, Nicolás Maduro. Hacen de todo. Toeros del siglo XXI. Total. Si igualmente el país está hundido en la miseria y seguirá por esa vía, qué importa a quien se ponga. Es lo mismo. Da igual.

Y lo peor es que el chavismo, el cabellomadurismo o el castrismo, es un clan pequeño, atornillado en el poder y van rotando de cargo en cargo. Ahí no entra nadie. Eso es un corral de comunistas, cada uno más incompetente qué el otro. ¿Cuál es la prueba? Pues, vean al país. ¿Qué sirve en este territorio castrista? Nada. Todo está hundido en la más absoluta miseria. Y, además, más allá de la mediocridad, la irresponsabilidad y la incapacidad están cargados de piratería. Es un gobierno pirata. Y lo ha sido por los últimos 15 años. Veamos el caso del turismo y la obra maestra de Izarra, quien está atrapado en el medio de la trampa de la mediocridad chavista. Tendrá muy buenas intenciones y hasta buen plan, pero el entorno lo vuelve papilla. Como a todo en el país.

Venezuela es chévere. Pero ni siquiera para turismo de aventura. La Guaira es un potencial, pero no hay agua, no hay electricidad, el tráfico es para carretas, las vías destruidas, si llueve mejor se pone un salvavidas. La inseguridad no perdona a nadie. Los hoteles pocos y con mal servicio, pues no tienen ni jabón ni papel tualet. Las playas bañadas pero de desechos humanos y animales, basura y hasta coniformes fecales. No es mentira. La Guaria es para llevar sol y a mucho riesgo. Pero, esa visión sobre el Litoral es aplicable a todo el país. Cada ciudad con sus características propias, pero el entorno es el mismo o tal vez peor.

Cubiro y sus lomas, por ejemplo, ese pie de monte que adorna una parte de las afueras de Barquisimeto solo es posible visitarlo entre semana, cuando no va nadie. A riesgo. La carretera es peligrosa y debe regresar temprano. De noche es de terror. Pero lo peor es el tapón de vehículos que impide llegar hasta las propias lomas. Una sola carreterita más vieja que la Campaña Admirable no es suficiente para meter tantos carros. Así que con seguridad usted se devolverá sin ver nada. Sin bajarse del carro siquiera. Claro que Venezuela es Chévere.

Mérida una maravilla, pero igualmente sin servicios, sin vuelos suficientes. Y la misma carreterita centenaria de toda la vida. Es que el gobierno para el que trabaja Izarra si acaso ha reparado algunos puentes. Morrocoy, posadas sin agua, sin luz y rodeadas de sucio, animales en las calles, basura y los mismos pueblos desvencijados de toda la vida. Hasta los zancudos tienen 100 años pegados a la misma pared donde alguien alguna vez los aplastó con un  periódico. Claro que es chévere.

Y ni hablar del problema del control de cambio, la escasez de productos y alimentos y la huida general de líneas aéreas por deudas que el gobiernito maula no paga ni pagará.

Es el reto de Izarra. Lo más seguro es que vaya a otro ministerio cuando se canse de tanto apagón y de andar buscando papel tualet para los hoteles revolucionarios.

Twitter: @ejrl


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