martes, 26 de febrero de 2013



El Nuevo País                  25 de Febrero de 2013

ASÍ  NOS  TIENEN  MONTADOS ...

Diego  Malatesta         Capa y Espada     

La Sala Situacional permanente del chavismo, montada y controlada por el G2 cubano, funciona al lado del Palacio de Miraflores, en la sede de la Casa Militar.

Cuando lanzó su cuenta de Twitter el 28 de Abril del 2010, Hugo Chávez anunció que unas 200 personas trabajarían en el perfil de esa red social para tramitar las solicitudes del pueblo a través de la misma. Casi tres años después, nada más se ha sabido de ese ejército informático. Hasta ahora.

Este viejo capitán se sorprendió cuando entró al Palacio Blanco. Un batallón de informáticos en donde funciona la Casa Militar, conectados a Miraflores por un túnel. En el Palacio Blanco, al lado de Miraflores, siemppre hay dos centenas de personas. Las 24 horas del día, debidamente uniformados de rojo, sin despegarse de su respectiva computadora. Sin embargo, no se encargan precisamente del Twitter del Presidente, cuyo usuario ha transmitido su mutismo real a esa cuenta. Por supuesto, todo está controlado por cubanos del G2.

La Sala Situacional tiene chequeado a todo el mundo, al más puro estilo cubano-soviético. Me pidieron la cédula de identidad. Al ingresar mis datos en la computadora, conocieron mis últimos movimientos bancarios. Me preguntaron qué tal era el ambiente en el bar que frecuento. Es que, me explicaron, aquí o en Pekín, saben en qué anda uno, ¿Cómo? Muy fácil. Por ejemplo, al consumir en un restaurante y pagar con tarjeta venezolana, esa información es enviada por la respectiva entidad financiera a la Superintendencia de Bancos, de donde es rebotada automáticamente a los servidores de la Sala Situacional.

Pero el monitoreo es más amplio. Cuando algún personaje interesa al régimen particularmente, no importa si está en el extranjero y si no cancela con una tarjete venezolana. Es común el uso de informantes, cuya información es rebotada al Palacio Blanco. No se fíe ni del simpático mesonero mayamero que le atiende.

La intervención de llamadas telefónicas es algo más complicada, pero con la misma táctica que utilizan gobiernos como Estados Unidos en situaciones excepcionales. Es imposible un aparato de espionaje que mantenga interceptadas todas las líneas telefónicas en todo momento, así que se trabaja mediante palabras claves que activan las alarmas de la Sala Situacional. Una secuencia repetitiva de esos vocablos específicos piede causarle a usted una desagradable visita del SEBIN. Inmediatamente. O que su llamada telefónica sea transmitida en cualquier programa de VTV si al régimen le interesa desprestigiarlo.

El monitoreo de correos sí debe realizarse específicamente, aunque es constante a las cuentas que están marcadas. Por mucho menos -unos pocos micrófonos en una conferencia opositora- tuvo que renunciar un  Presidente de Estados Unidos. AQUÍ NO HAY PUDOR AL RESPECTO.

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