miércoles, 21 de noviembre de 2012

miércoles, 21 de noviembre de 2012

En imágenes: El increíble Monasterio de Sümela en Turquía

Este increíble lugar se encuentra a los pies de un acantilado, a 1200 metros de altura, frente al valle de Altındere, en la región de Maçka en la provincia de Trabzon, en Turquía. Sümela es un monasterio griego ortodoxo, cuyo nombre en griego, Panagia, quiere decir “Toda Santa”, el nombre con el que se conoce a la Virgen María en la religión ortodoxa.

La historia de este monasterio es ardua y larga, se dice que el claustro fue instaurado en el año 386 d.C., por dos monjes, Bernabé y Sofronio, que emprendieron la fundación del mismo a raíz de haber sido guiados hasta el lugar por una aparición de la Virgen en una cueva de las montañas que rodean el valle de Altındere. Tras su muerte y veneración como santos, sus restos fueron sepultados en el monasterio, por lo que se convirtió en un importante lugar de peregrinación.

Debido a su antigüedad su ardua historia comprende estados de ruina y reconstrucción que se han sucedido hasta nuestros días. Llega a su forma actual en el siglo XIV, cuando comenzó a recibir ayudas de los fondos imperiales, también paradójicamente cuando el territorio fue definitivamente conquistado por el Imperio Otomano. De hecho, Sümela obtuvo la protección durante el reinado del sultán otomano Mehmed II.

Las características y fama del monasterio lo hicieron muy popular hasta el S.XIX, incluso llegó a albergar la escuela de Trebisonda, una conocida institución de enseñanza. Sin embargo, tras la invasión de la zona por parte del Imperio Ruso, el lugar fue abandonado, la forzosa evacuación de sus monjes, hizo que éstos enterrasen bajo una capilla uno de los iconos del monasterio, años después, uno de los monjes regresó y sacó el icono para llevarlo al nuevo Monasterio de Panagia de Soumela, en Macedonia.

Si decides viajar a Turquía y visitar el monasterio, debes saber que existen varias formas de acceder a él, por una senda empinada durante 3 ó 4 horas, o por un camino habilitado para turismos, tras el cual sólo tendrás que andar media hora.

En la subida podrás observar el acueducto de piedra que servía para abastecer al monasterio, al finalizar este camino llegarás a una escalinata que culmina en un patio interior. La distribución del monasterio gira entorno a la cueva principal, que se convirtió en iglesia.

Su interior, plagado de valiosísimos frescos de la cultura bizantina que aún conservan bastante intensidad en sus pigmentos, representan figuras de Jesucristo y la Virgen María.

El lugar ha sido restaurado recientemente y se encuentra dentro de la ruta de peregrinación de los griegos, rusos, practicantes de la corriente ortodoxa en general y turistas impresionados por su entorno y belleza, que radica en no saber bien dónde empieza y acaba el monasterio, fundido en color con la montaña tras años de erosión conjunta.







@Culturizando

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