El Nuevo PAÍS                1º de Noviembre del 2012

PROYECTO COMUNAL  O ESTADO MISIONAL

Orlando Galofré Amador

El economista norteamericano Arthur Laffer afirma que, "si usted le paga a la gente para ser pobre, lo que conseguirá es más gente pobre".

En una liga intelectual mucho menor, el gurú chavista, Jorge Giordani, dijo hace unos años, en un arranque de sinceridad socialista (o descaro, arrogancia y vagabundería, añadiría yo), que la revolución se "fundaba y consolidaba" en la pobreza.

Marcos Villasmil, afirma que, el "socialismo del siglo XXI" no tiene ningún soporte serio; es apenas el resultado de las rentas mal gastadas de un Estado rico. Lamentablemente, los venezolanos estamos imbuidos de profundos reflejos populistas, defensores de una ética de derechos sin deberes. Nacimos en este súper-petro estado, y creemos la falacia -repetida por toda la clase política, casi sin excepción-, de que "vivimos en iun país rico".

Hacia Cuba

El analista político Manuel Felipe Sierra, al ahondar sobre el tema afirma que una misión se justifica, entre otras razones, por su carácter temporal.  "Debe responder a una coyuntura específica (por ejemplo, el desastre de Vargas) y no ser un instrumento de sumisión de la voluntad ciudadana por parte de un gobierno que quiere convertirnos a todos en súbditos del tirano".

Sierra destaca que, Chávez nunca ha negado el origen electoral de las misiones. Las tres grandes victorias chavistas luego del 11 de abril (2004, 2006 y 2012) se centran en el poder manipulador de las misiones; comenzando con Barrio Adentro, terminando con la Misión Vivienda, la cual, sin ofrecer hasta ahora muchas realidades, ofrece incontables esperanzas. Poco a poco, ese es su designio.

Dependencia del Estado

Para afianzar su tesis, Sierra precisa que, el famoso "proyecto" de Estado Comunal SERÁ MÁS BIEN UN ESTADO MISIONAL: hacer de todos los venezolanos dependientes del Estado, como en Cuba.

Comentario: Añádase, asimismo, que la "proliferación" de "misiones" en todas las áreas del acontecer nacional también encierran el objetivo de la creación de un "presupuesto paralelo", sin contraloría institucional ni social, en el manejo, despilfarro y corrupción de ingentes cantidades millonarias al "saco sin fondo" del castrochavismo.