sábado, 20 de octubre de 2012

SOBRE LA MARCHA
Por ELIDES J. ROJAS L.

Más de la receta Chávez-Giordani-Merentes

20.10.2012
01:27 PM

Ayer tocamos lo nube negra que la economía le tiene preparada a Chávez y sus magos. Pero faltó espacio. No es poca cosa lo que el mismo Chávez recibirá de su gobierno anterior. Casi 10 años de control de cambio, controles de precio, controles de tasas, controles hasta de cuáles disciplinas puede estudiar un muchacho en el exterior, pasan factura y duro.  Y eso, con 14 años encima, multiplica por 1.000 el tsunami que le espera a todo el país, el año que viene. Chávez, quien prevé todo lo que tenga qué ver con el poder, la silla de Miraflores, la caja chica de Pdvsa, también previó, con la apuesta de las presidenciales primero, cómo apoderarse de todas las gobernaciones. Hasta ahora el plan va bien.  Y, según se ve y se siente, la gente no votará masivamente y regalará los espacios como una forma de castigar a la MUD (?), como una forma de castigar a Capriles (?), como una forma de protestar contra el supuesto fraude (?).


No importa. Como aquí lo único que importa es Chávez y esa parece ser la consigna también de la oposición, pues habrá que prepararse para algunas cositas como estas, todo según la opinión de expertos y economistas:


Más deuda pública, pero mucha más. Se dice que Chávez puede duplicar los 220 mil millones de dólares que ya debe el país a cambio de más dólares de los chinos y de todo el que esté dispuesto a llevarse petróleo barato. Y no necesita que el dólar petrolero baje. Así mismo como están las cosas por encima de 100 dólares por barril no le alcanza para regalarle a Fidel,  regalarle a PetroCaribe y mantener a los vividores del Alba. Así que está claro. Chávez enfrenta ya, desde ahorita, una bestial crisis fiscal apenas disimulada con dinero inorgánico y, claro está, con las elecciones eternas. Así que para buscar recursos el camino expedito para socialistas metidos a ministros es el mismo que el de capitalistas metidos a ministros: devaluación, Impuesto al Débito Bancario, incremento a la alícuota del IVA, más Impuesto Sobre la Renta, más mordiscos a los inversionistas extranjeros en el área petrolera  y minera. En dos platos más capitalismo salvaje en perjuicio de chavistas ilusos y oposicionistas desganados. Todos en la misma sopa: el país. Eso está cantado.


Seguirá confiscando, pues es una fórmula certera para evitar las inversiones en general. No quiere sector privado y así lo logra. El que todavía está se mantiene boqueando y con ganas de no seguir. Y el que piensa invertir no lo hará en Venezuela ni loco. Para eso están mercados amables y seguros como el colombiano, brasileño o el chileno. El esquema castrocomunista en esa materia es letal. Pero, eso le ha traído un problema grave a Chávez. Ninguna de las empresas, haciendas o fincas que se agarró funcionan. Y las más grandes que compró como CANTV o Banco de Venezuela, se mantienen operativas casi sin inversiones y con una gerencia política que va dibujando la debacle. Como Pdvsa. Y eso cuesta plata. Mucha plata. Y la trilogía chavista de la economía lo resuelve con deuda.


Por eso sectores clave como medicina, farmacia o banca se ubican en peligrosa posición ante los ojos de los apoderados de Castro en Venezuela.  Le echarán mano y acelerarán el desbarajuste que dejará a España, Grecia o Portugal como chamos pidiendo tetero.


¿Joropo? Claro. Lo que viene es joropo y del zapataeao.


Twitter: @ejrl

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