Rafael Poleo / Corto y Profundo                        ElNuevoPAÌS                           07/08/2012

PETKOFF  el político.

La descalificación del proponente es el recurso extremo cuando no se puede descalificar una tesis. Sirve además como maniobra distraccionista, pues ofrece al agredido la tentación de confrontar al agresor, olvidando el tema discutido.
Pero a mi nadie me cambia la conversación. Pasaré rápido sobre las genéricas acusaciones de alguien de quien se pueden decir hechos concretos. ¿Puede hablar de insensatez, irresponsabilidad y oportunismo el jefe guerrillero-¡cuántos muertos, cuántos destinos rotos!-que en el Cuartel San Carlos inició el ameno paseo que le llevó del estalinismo furioso al regazo de la derecha económica ? ¿Puede hablar de mentiras quien llamó "blancas" las que se han usado para engañar a los electores ? ¿ Puede hacerlo de necedad quien tres días antes de las elecciones presidenciales del 2006 recorría medios de comunicación anunciando el triunfo de Chávez y exigiendo, como su fuese cosa suya, el respeto a esa victoria, y, una vez perpetradas esas elecciones, recorrió, como en misión oficial, medio planeta, certificando que Chávez había ganado en buena lid ? ¿Cómo olvidar que tres días antes de las últimas elecciones de gobernadores y alcaldes, ante testigos importantes y comprometidos en la lucha, Petkoff replicó mi criterio de que ganaríamos en siete circunscripciones, sosteniendo él, con esa energía conque dice sus mentiras, que sólo ganaríamos en Zulia, Carabobo y Nueva Esparta ?
Dicho sea esto sólo para ilustrar en rápido boceto lo observado ayer sobre la vulnerabilidad de Petkoff el político. Y ojalá no haga falta decir más. Allano o difiero el pleito, estéril e inoportuno, atribuyendo lo anterior a peculiaridades de carácter.
Porque se trata de otra cosa. Se trata de mencionar, ahora cuando hay tiempo y medios para ello, frente al mayor de los peligros que amenazan el triunfo de la Oposición el 7 de Octubre: la capacidad en que un régimen hecho al atraco está de escamotear a la Oposición un importante volumen de votos. Es lo que algunas personas hemos solicitado y lo que la gente de Petkoff, que-ya veremos si para bien o para mal- hoy domina la candidatura de Capriles, rechaza en nombre de una supuesta y en todo caso indigna necesidad de arrullar al ciudadano con lo que Petkoff  llama "mentiras blancas". 

Comentario: Jamás he creído o confiado en "políticos" de repentinos virajes o calculados saltos de talanquera, por cuanto siempre hay algún interés personal en esas conductas.
Subestimar la inteligencia del elector y pretender creer que somos un "rebaño de ovejas indefensas", es y ha sido siempre el error de los polìticos de oficio.


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