MARIANELLA SALAZAR: Caída en picada
Artillería de Oficio
■ Todo está perfectamente
calculado: la inseguridad, el desabastecimiento y la inflación son
políticas de Estado para promover oleadas de emigración.
Miles
de ciudadanos que sobreviven a los secuestros y son robados bajo
amenazas, quedan psicológicamente predispuestos a irse a cualquier parte
del mundo donde haya un mínimo de seguridad; las parejas jóvenes, que
además no encuentran ni leche ni pañales para sus niños, no quieren
verlos crecer en un país así. No hay calidad de vida ni futuro. Mucho
menos para los profesionales recién graduados. El gobierno quiere acabar
bajo la represión y el miedo con un pueblo respondón que no se resigna a
la ruina de una Venezuela a la que soñaban próspera. El desempleo y la
pobreza son lo único que crece, junto a la natalidad, por falta de
píldoras anticonceptivas. Sino es el fin del mundo seguimos descendiendo
y eso que todavía no hemos tocado suelo. Al gobierno de Maduro no se le
ocurrió otra cosa que sacar a un civil como Rafael Ramírez, que
anunciaba unas supuestas medidas para “palear” la desastrosa economía y
designar al general de brigada Marco Torres, que solo ha pasado por la
Academia Militar, como vicepresidente del Aérea Económica, que sabe lo
mismo que yo -que no se nada- sobre política macroeconómica y así evitar
la toma de decisiones para mantenernos a la deriva. No fue un sacudón
sino un frenazo. El momento de apretar el acelerador no lo puede
garantizar sino un cambio de gobierno, pero tenemos la terrible
sensación de que la actual dirigencia opositora, representada en la MUD,
no va a despertar las conciencias cívicas acorraladas. Protestamos,
pero lo peor de todo es que poco o nada podremos hacer para remediar o
al menos suavizar la situación, porque estamos metidos dentro de un
cruel engranaje, y ya nadie puede salvarse solo. El “sálvese quien
pueda” es un grito viejo que ya no tiene valor alguno. O el paracaídas
se abre para todos, o todos nos pegamos el tortazo en el suelo. Así como
destruyeron deliberadamente la economía y la producción pretenden
también aniquilar el espíritu de resistencia y la aspiración libertaria.
Las palabras del ministro Tarek el Aissami cuando aseguro que “mientras
más pobreza, hay más lealtad a la revolución” devela el plan diabólico
de dominación, no solo del comportamiento público sino de las
conciencias y los sueños de los ciudadanos. Quieren convertirnos en
huele pegas que harán cola para inhalar las ideas fundamentalistas del
socialismo del siglo XXI y así facilitar los controles. Mientras tanto
las aspiraciones se están reduciendo atener lo necesario para comer cada
día y huir cuando se pueda. ¡Como en Cuba!
Tic tac
Aberrante: miembros del G2 cubano son los encargados
de hacer seguimiento a los refugiados y opositores venezolanos en
Colombia con el propósito de deportarlos. La sumisión del presidente
Santos con la dictadura cubana, en pro del proceso de paz con las narco
guerrillas de las FARC que se adelanta en La Habana, nos ha mostrado su
carácter despreciable e inhumano al entregar a opositores venezolanos a
sabiendas de que en el Sebin se practica la tortura con los estudiantes
detenidos y se violan los derechos humanos.
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