Castromadurismo: fábrica de pobreza y terror
El mundo habla del genocidio de Maduro y de la Venezuela de la resistencia estudiantil y de su gente
MARTA COLOMINA
| EL UNIVERSAL
domingo 2 de marzo de 2014 12:00 AM
De vez en cuando la verdad de
sus tropelías sale a flote en boca de quienes las cometen. Que las
"misiones" nacieron como planes electorales para ganar votos entre los
más pobres se supo desde que en 2003 las encuestas registraron que
Chávez perdería por paliza el referéndum revocatorio de su mandato. Con
el Poder Electoral en manos del rojísimo Jorge Rodríguez (simulando una
neutralidad que nunca tuvo) los millones de solicitantes fueron abusados
durante más de un año con la recolección de sus firmas ("decretadas
planas" para que el Gobierno ganase tiempo hasta el 15-08-2004) mientras
el astuto Fidel le indicaba a Chávez un plan masivo de limosnas
colectivas que cambiase la intención del voto a su favor. Se cuidaron
muy bien de que las misiones fueran vendidas como un medio para "salir
de la pobreza", cuando su propósito verdadero era y es, el de amarrar a
esas mayorías a una miseria eterna.
Esta semana el improvisado
ministro de Educación, Héctor Rodríguez, aireó lo dicho por Jorge
Giordani al general Guaicaipuro Lameda cuando éste le propuso un plan
para que los más desposeídos salieran de la pobreza. "¿Usted no ha entendido que la revolución no sobreviviría sin pobres?",
dijo Giordani. Consciente de que un pueblo al salir de la pobreza y la
ignorancia entra en la senda del progreso y de la libertad de
conciencia, Rodríguez advirtió ¿o más bien amenazó?: "no es que vamos a sacar a la gente de la pobreza para llevarlas a la clase media y que pretendan ser escuálidos". Sus obscenas declaraciones no "han sido sacadas de contexto", como se excusó, sino que ratifican, una vez más, que el castrocomunismo es una fábrica de miseria y terror, como ocurre en Cuba.
Salvo una leve caída de la pobreza en 2008, las cifras de verdad (y no
las fábulas del INE) indican que en Venezuela han crecido la pobreza y
el desempleo, y aumentado las muertes infantiles y maternas por caos de
la salud pública, miseria, desnutrición y proliferación de enfermedades
endémicas. Aterra una mirada a la situación del país: hospitales sin
insumos, escasez brutal de alimentos y medicinas; colas interminables
para conseguirlos (la cesta básica desapareció de los anaqueles);
economía en ruinas y una represión sangrienta que, ante las justas
protestas estudiantiles, ha causado 17 muertes, decenas de inocentes
torturados, más de 700 detenidos y la alarma mundial por violación
masiva de los derechos humanos. Recordemos que la delincuencia segó la
vida de 25 mil venezolanos en 2013 y actúa libremente en las calles.
La "extrema felicidad social"
se le vino abajo a Maduro en menos de dos semanas: la brutal represión
de las politizadas PN y GN y de los sanguinarios paramilitares
("colectivos") saltó a los periódicos y TV mundiales (y silenciada por
la TV nacional). El mundo vio los videos de jóvenes asesinados, con su
cara cosida a perdigonazos o de certeros tiros en la cabeza disparados
por "fieras" entrenadas para matar; la detención arbitraria de Leopoldo
López (a quien tienen aislado en una celda de 2x2) ordenada por una
Jueza vergonzante que cumplió la orden para no ser destituida; o la
joven costurera Marvinia, brutalmente golpeada por ¡Oh paradoja! Una
"Guardia del Pueblo" y otras terribles violaciones, han movido a varios
gobernantes, entre ellos al presidente de Panamá, quien está solicitando
una cumbre de cancilleres de la OEA para la posible aplicación de la
Carta Democrática. Esa sangrienta brutalidad ha conmovido a muchos otros
líderes del mundo, escritores y miles de artistas universales. La
Comisión Europea pidió este jueves "el fin inmediato de la violencia en
Venezuela y se declaró "alarmada por la detención de estudiantes y
políticos opositores".
Mientras Maduro presidía la farsa de la "Conferencia Nacional por la Paz (a
la que no asistió la disidencia) sin que se denunciasen las torturas,
crímenes, censura, ni exigir el desarme de los sanguinarios "colectivos"
-sus esbirros detenían a 20 estudiantes en Cumaná-; Provea subrayaba
que a 25 años del Caracazo "la brutalidad militar es ahora mucho peor";
Cofavic denunciaba cómo grupos de policías apalean a jóvenes o GN
dispara perdigones a quemarropa produciendo víctimas mortales y
disparando a diestra y siniestra hacia personas y apartamentos. Ese
día 52 ONG de 16 países protestaban la violencia oficial del régimen de
Maduro y la censura y SNTP acusaba que la represión alcanzó a 62
periodistas venezolanos.
Ya no se habla de la Venezuela
petrolera, ni de sus hermosas mujeres o sus famosos peloteros. De lo que
habla el mundo es del genocidio de Maduro y de la Venezuela de la
resistencia estudiantil y de su gente, que no cesará su lucha pacífica
hasta lograr la libertad y la democracia.
mcolomina@gmail.com
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