miércoles, 4 de septiembre de 2013

..tétrica visión del futuro del país ... pero alarma e indigna ...

Por allá en el 2025

Ya no queda piedra sobre piedra, pero el castrocomunismo sigue ganando todas las elecciones

ELIDES J. ROJAS L. |  EL UNIVERSAL
miércoles 4 de septiembre de 2013  12:00 AM
Y pasó el tiempo. Como aquella cuña de Viasa, el tiempo pasa volando. De 1992, cuando los militares justicieros pero con hambre de plata saltaron a punta de plomo a la fama, luego del lapso del comandante eterno, quien vivió y murió por la paz del mundo, y posteriormente en la etapa de Maduro, a pesar de sus incompetencias manifiestas, ahí, hecho el loco, lleva 12 años montado en el coroto, una reelección y con ganas de seguir. Maduro, con los peroles dale duro, fue su último eslogan de campaña. Ya no quedaba nada.

Pasó el tiempo. Ya nadie recordaba al comandante supremo. Algún busto ensuciado de paloma por allá. Telarañas por todas partes. Aunque parezca increíble todavía Fidel Castro vive, metido en una pecera de formol, pero escupe. Suficiente. No morirá jamás. Igual Raúl Castro. En otra pecera, pero de alcohol, ahí va con sus cosas raras. Pica el ojo con esa extraña sonrisa. Los dos hermanitos criminales están tan vivos como los dibujos de la Cueva de Altamira. Y el otro igual, pero nadie sabe quien es. Algún veterano suelta de vez en cuando, Chávez vive, la lucha sigue, y la gente se ríe creyendo que es una carrera de caballos y que el potro Chávez es el favorito. Eso se acabó. Manda Maduro, reparte Maduro, el rey es Maduro.

Ya no hay mucho que repartir. Todo está como lo quería el comandante: en la ruina. Un recorrido con 14 años del extinto y 12 del heredero, bastante doblado y mucho más gordo, más o menos la mitad de los que los cubanos se calaron hasta el 2013. Es momento, Maduro, de sacar cuentas y ver cómo está la cosa.

Pues no hay luz. Terminó el racionamiento. Sencillamente no hay luz. Velas y candela es lo que hay. Las neveras sirven para meter la ropa sucia que será lavada en los ríos que todavía llevan agua. Hablando de agua, de las llaves lo que sale es tierra. Eso era un lujo capitalista. Bañarse todos los días, ¿qué es eso? Mercal quedó reducido a pasta y carne molida ligada con grasa de puerco por aquello de las proteínas. Trabajo verdadero murió también con el capitalismo. Quedó el trabajo socialista que es una belleza: levantarse, hablar boberías, sentarse a beber caña blanca (es lo que hay), ir al comedor popular a comer pasta con cárnico, otra vez a la plaza a beber y jugar dominó. Llegó la noche a la cueva. ¿Internet? ¿Estás loco? Eso es de capitalismo. Todo el mundo es empleado del Don Maduro y los muertos vivientes de Cuba. Carro, yo te aviso. Casa, menos. Empresas privadas, por allá fumea. Pobreza y ruina total.

Y el gobierno castrocomunista todavía llamando a seguir luchando. La cosa es así, 100 años para alcanzar el éxito y faltan como 70. Y la MUD, calma, el tiempo de Dios es perfecto. Habrá elecciones en el 2030.

erojas@eluniversal.com / @ejr

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