SOBRE LA MARCHA
Por ELIDES J. ROJAS L.
Por ELIDES J. ROJAS L.
Fórmula Maduro: de mal en peor
29.06.201411:41 AM
Venezuela es un país de males crónicos
que van complicándose en la medida que pasan los años y los gobiernos,
aunque hay que precisar que en los últimos casi 16 años las
complicaciones se han incrementado y en algunos casos han alcanzado
niveles de destrucción y de no retorno. El estilo irresponsable del
chavismo no necesariamente es culpable de todo, pero ha servido de
acelerador. Una especie de cómplice necesario, alguien que sin su
participación no es posible cometer el crimen.
Arranquemos con el sistema eléctrico nacional. La vieja democracia se preocupó de planificar y diseñar un esquema a desarrollar por etapas y que avanzaría en la medida que las necesidades del país fuesen en aumento en todos los sentidos. Más personas o más empresas, ciudades más grandes o mayor parque industrial. No hubo grandes problemas por cuarenta años. Accidentes como es natural, pero en líneas generales estabilidad y crecimiento. Inversión a tiempo y un enorme proyecto. Detrás de todo el sistema, grandes obras de ingeniería como Gurí. Pero, en mala hora, llegó el chavismo con su historia de revolución, los cuentos de que seríamos una potencia mundial en pocos años y toda la megalomanía del comandante muerto como tarjeta de presentación. Y comenzó la fiesta de la mediocridad. Como era de esperarse se robaron los reales destinados al sector, paralizaron inversiones, no construyeron nuevas represas ni terminaron las que encontraron en construcción y para completar la gestión terrible del choreo desatado, dejaron de hacer el mantenimiento necesario en todas las redes del sistema. Además se juntaron con los cubanos y comenzaron a comprar planticas eléctricas con la intención de llevar energía directamente a los poblados. Fracaso total, pero de la jugada salieron varios ricos. Por ahí, entre estos negociados y las especulaciones con Cadivi y el dólar nacieron los bolichicos que son ladrones pero jóvenes, una competencia de liga menor para los boliburgueses, ladrones a gran escala y de más edad. No habrá sistema eléctrico confiable. Esta historia es de apagones y apagones cada vez más grandes y con efectos sobre más estados y más regiones. ¿Qué harán los corruptos del oficialismo? Pedirán más plata para nuevas obras que no construirán jamás y le echarán la culpa al sabotaje, a la trampa y a la oposición. No habrá ningún preso y Maduro dirá en cadena nacional que "parece que tenemos un problemita eléctrico", cuando casi todo el país está a oscuras. Con este gobierno no hay solución. Eso es seguro.
Pero hay más. La inflación llegó para quedarse. La inminente quiebra de Pdvsa y la toma de la industria por parte de los chinos está ahí a la vuelta de la esquina. La culminación de una cantidad de obras que están en proceso no se producirá. Desde metros hasta líneas ferroviarias paralizadas. Son maulas y no pagan. El crimen también está instalado. Las mafias del contrabando y la droga, ahí están duras y sin intención de ceder ante ninguna autoridad. Son los amos.
La lista es más larga. Habrá que seguir otro día.
Arranquemos con el sistema eléctrico nacional. La vieja democracia se preocupó de planificar y diseñar un esquema a desarrollar por etapas y que avanzaría en la medida que las necesidades del país fuesen en aumento en todos los sentidos. Más personas o más empresas, ciudades más grandes o mayor parque industrial. No hubo grandes problemas por cuarenta años. Accidentes como es natural, pero en líneas generales estabilidad y crecimiento. Inversión a tiempo y un enorme proyecto. Detrás de todo el sistema, grandes obras de ingeniería como Gurí. Pero, en mala hora, llegó el chavismo con su historia de revolución, los cuentos de que seríamos una potencia mundial en pocos años y toda la megalomanía del comandante muerto como tarjeta de presentación. Y comenzó la fiesta de la mediocridad. Como era de esperarse se robaron los reales destinados al sector, paralizaron inversiones, no construyeron nuevas represas ni terminaron las que encontraron en construcción y para completar la gestión terrible del choreo desatado, dejaron de hacer el mantenimiento necesario en todas las redes del sistema. Además se juntaron con los cubanos y comenzaron a comprar planticas eléctricas con la intención de llevar energía directamente a los poblados. Fracaso total, pero de la jugada salieron varios ricos. Por ahí, entre estos negociados y las especulaciones con Cadivi y el dólar nacieron los bolichicos que son ladrones pero jóvenes, una competencia de liga menor para los boliburgueses, ladrones a gran escala y de más edad. No habrá sistema eléctrico confiable. Esta historia es de apagones y apagones cada vez más grandes y con efectos sobre más estados y más regiones. ¿Qué harán los corruptos del oficialismo? Pedirán más plata para nuevas obras que no construirán jamás y le echarán la culpa al sabotaje, a la trampa y a la oposición. No habrá ningún preso y Maduro dirá en cadena nacional que "parece que tenemos un problemita eléctrico", cuando casi todo el país está a oscuras. Con este gobierno no hay solución. Eso es seguro.
Pero hay más. La inflación llegó para quedarse. La inminente quiebra de Pdvsa y la toma de la industria por parte de los chinos está ahí a la vuelta de la esquina. La culminación de una cantidad de obras que están en proceso no se producirá. Desde metros hasta líneas ferroviarias paralizadas. Son maulas y no pagan. El crimen también está instalado. Las mafias del contrabando y la droga, ahí están duras y sin intención de ceder ante ninguna autoridad. Son los amos.
La lista es más larga. Habrá que seguir otro día.
Twitter: @ejrl
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