jueves, 26 de junio de 2014

...imperdible , sin desperdicio ...

SOBRE LA MARCHA
Por ELIDES J. ROJAS L.


Carta de un camarada corrupto a Nicolás Maduro

26.06.2014
10:40 AM


Estimado camarada Nicolás Maduro

Recibe mi más profunda manifestación de admiración y respeto querido compañero y colega de escalamiento social. Porque hay un punto que no podemos negar. Tú y yo éramos unos soberanos peladores de esféricas antes de que empezara esta hermosa aventura en las que nos montó el comandante supremo y eterno. Tu, y te tuteo por la confianza que nos tenemos, manejabas un autobús del Metro, mientras echabas bastante vaina como sindicalista. De hecho casi no trabajabas. Pero de real nada de nada. No obstante, me consta que eras feliz y nadie te tenía metido en listas raras y hasta en Viasa podías viajar si era tu gusto.

Yo, igualmente pelador, iba a las reuniones del partido, me sabía una o dos frases comunistas que aprendí en el liceo, tiraba la piedra pareja, pero ni trabajo tenía. No pasé del primer año de Derecho en la UCV pero aproveché hasta que engordé en el comedor a bolívar la papa que nos regalaba la cuarta república. Era un sablista. Pedía prestado y no pagaba. Tomaba cerveza con el grupo y me iba antes de pagar. Un aprovechador. El típico vivo venezolano.

Pero, después de los golpes del 92, cuando me pegué a la revolución como guardaespaldas del comandante supremo, soy otro. Por eso no entiendo la carta de Giordani y menos la de Navarro. Ellos eran iguales. Un poco más intelectuales, pero peladores también. Y mira donde llegaron. Ahora quieren acabar con este negoción. Tú sabes que empecé a hacer negocios con el proceso. Como quebraron casi todas las empresas nacionales y el gobierno tuvo que aumentar las importaciones monté una empresa con un amigo militar y listo. Ahora tenemos casa en Miami. Carros aquí y allá. Nunca he pedido ni medio dólar a Cadivi. No lo necesito. Traemos hasta caraotas de Nicaragua con sobreprecio. Compramos radios y canales de televisión. Tengo atuneras y concesionarias de carros. Tengo tres mujeres, todas camaradas. Soy una hechura de la revolución. No pelo una botella 18 años. Mis tardes se van en un comedero de carne del este de Caracas, cuando estoy en Venezuela,  donde cuadro los negocios con funcionarios qué deciden cómo pagar y cuánto traer. Estoy feliz con la revolución. Y tú deberías estarlo también. Mira donde estás. En la silla. Y todo gracias al comandante supremo y eterno.

Por eso me da mucha rabia que ahora unos chavistas de uña en el rabo, pero convertidos en unos camaradas resentidos ataquen al PSUV, te ataquen a ti, ataquen a los jefes del proceso y que además tengan el tupé de atacar la corrupción. Es una locura. Así como yo, chavista de toda la vida, sigo siendo chavista porque ahí están los reales, cómo se le ocurre a estos genios denigrar de los corruptos si el partido depende de nosotros. El PSUV sin corruptos sería la nada, se volvería polvo cósmico.

Así que fijo posición en contra de quienes se las echan de honestos y defiendo con toda franqueza la robadera y la corrupción. Eso es lo que somos. No se te ocurra, Nicolás, escuchar a estos locos. Acabarías con el legado del comandante supremo en un segundo.

Me suscribo a tus pies, patria, socialismo y victoria. Chávez vive y vive.

Lenin Colmenares desde Doral, Miami.

Twitter: @ejrl

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