Carlos Julio Peñaloza: La Quinta Columna
junio 4, 2014 5:24 pm
Durante
la guerra civil española el general Emilio Mola, el comandante
nacionalista y estratega militar de la insurrección contra la republica,
acuñó la frase “quinta columna”. Este oficial derechista se refería a
que bajo su mando cuatro columnas militares avanzaban hacia Madrid y una
quinta integrada por partidarios del golpe de Estado trabajaba
clandestinamente en la capital en pro de los alzados. Mola murió en un
accidente aéreo en 1937 y desde entonces han sido los comunistas quienes
han sabido aplicar esta táctica de infiltrar al enemigo para destruirlo
desde adentro.
Los rojos han perfeccionado esta estratagema mediante la cual un
sector minoritario los apoya colaborando con ellos de distintas maneras.
En Venezuela los revolucionarios de ultraizquierda que constituyen
menos del 10% de la población cooperan con los Castro como una quinta
columna para entregar a Venezuela a los cubanos. Luego de la victoria de
Chávez, Fidel cambió de estrategia para capturar a Venezuela. Después
de su derrota ante las FAN venezolanas en los años sesenta Fidel decidió
no enfrentar directamente a los militares, sino debilitarlos desde
adentro. Con esa idea en mente, el dictador cubano aplicó sobre el
frente militar venezolano su esfuerzo principal.
Para minar la cohesión del estamento castrense venezolano Fidel
utilizo varias técnicas que inciden directamente sobre el personal
militar. Entre ellas podemos citar: purgas de oficiales
institucionalistas, una política de ascensos priorizando a los que se
han plegado a la revolución, asignación de cargos claves a oficiales
identificados con el régimen, infiltración de cadetes y profesores a las
academias militares, envío de oficiales y cadetes a Cuba, asignación de
comisarios políticos cubanos dentro de las FAN, infiltración de los
órganos de inteligencia de la FA con miembros del G2, adoctrinamiento
marxista del personal militar heredado de la 4ª república y creación de
nuevos organismos armados que sirvan de contrapeso a las Fuerzas armadas
existentes. Simultáneamente se inició una política perversa de
corromper a los oficiales quintuplicando el número de generales y por
medio de dadivas extrapresupuestarias, regalos de automóviles y línea
blanca y especialmente asignando a altos oficiales a cargos
administrativos en la administración pública donde pueden robar a sus
anchas sin ser perseguidos.
Aparte de las políticas directas sobre los oficiales, los Castro
aplican acciones indirectas para debilitar a las FAN. Estas actividades
incluyen la creación de nuevas organizaciones cuya función es servir de
contrapeso y de adversarios de las FAN. Me refiero a estructuras armadas
no previstas en la Constitución Nacional, como la milicia, la Policía
Nacional, los colectivos paramilitares y la Guardia del Pueblo. Estos
organismos ilegales han crecido a un punto tal que al menos en número de
efectivos superan al personal militar en servicio activo. Se estima que
la milicia supera los 100 mil hombres, con un objetivo de crecimiento
hasta un millón. Los colectivos controlados por la Misión Francisco de
Miranda incluyen 15 mil combatientes comunistas fuertemente armados y
entrenados en Cuba. No se conoce el número exacto de agentes de la
Policía Nacional Bolivariana, pero deben rondar los 30 mil hombres.
Finalmente la Guardia del Pueblo está integrada por 6 mil hombres que
reciben órdenes directas de Miraflores, sin pasar por la línea de mando
castrense. El denominador común de estos grupos armados es depender
directamente del presidente, sin pasar por la línea de mando del
Ministerio de la Defensa. Estas organizaciones son ilegales y deben ser
desmanteladas. Estos grupos se han establecido violando la Constitución y
ante los ojos displicentes de los altos jefes militares. Esta jefatura
gris, apática y traidora ha permitido que el régimen controlado por los
hermanos Castro haga crecer este nuevo Frankenstein armado cuyo objetivo
es acabar con las antiguas FAN y reemplazarlo. Esta tarea esta
adelantada, pero aún están lejos de alcanzar su cometido.
El caso de la Guardia del Pueblo es patético. Esta organización fue
creada por Chávez en el año 2011 quien al establecerla indico que aunque
oficialmente estaría adscrita a la GNB, en la práctica dependería
directamente de él. Entre sus funciones aparecen actividades no
militares como órgano de articulación social. En esta área su misión es
conducir jornadas de concientización socialista. En otras palabras esta
organización supuestamente apolítica está encargada de ideologizar al
pueblo con la doctrina del chavismo. Como primer jefe nombró a uno de
los generales más autoritarios de la GNB: el general Miguel Vivas
Landino, quien en el CORE 5 fue el Jefe de Estado Mayor del conocido
general Antonio Benavides. Este último es ahora el Jefe de Operaciones
de la GNB, el cuerpo encargado de la represión de las protestas a nivel
nacional bajo el control del Ministro del Interior y Justicia. Su actual
comandante es el general Sergio Rivero Marcano quien apareció implicado
en la masacre del Barrio Kennedy. Bajo estos mandos la Guardia del
Pueblo trabaja en equipo con los colectivos paramilitares para agredir a
mansalva a los estudiantes que protestan. Ambos generales están en la
lista de militares a ser sancionados por los EEUU por violaciones a los
DDHH.
La Guardia del Pueblo es hermana siamesa de los colectivos. Su
personal de tropa está integrado por miembros de los colectivos
comunistas, quienes luego de prestar servicio militar en el Ejercito
pasan a integrar el nuevo organismo represivo. A este cuerpo son
asignados los oficiales de la GNB más violentos que demuestren ser
talibanes chavistas. Aunque parecen militares la Guardia del Pueblo es
una organización paramilitar. Ella constituye una pieza fundamental de
la quinta columna comunista encargada de minar y corroer al estamento
castrense para entregar al país en bandeja de plata a los chulos
cubanos. Ese es el plan, pero no lo permitiremos. Defenderemos la
patria. Todavía nos queda mucha lucha por delante. Correrá sangre, sudor
y lágrimas, pero salvaremos a Venezuela de los buitres cubiches.
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