SOBRE LA MARCHA
Por ELIDES J. ROJAS L.
Por ELIDES J. ROJAS L.
¿Socialismo o corrupción? Ganan los ladrones
24.06.201412:09 PM
El diputado Jesús Faría (PSUV-Caracas)
planteó en un informe entregado a la Dirección Nacional del Partido
Socialista Unido de Venezuela la necesidad de fortalecer la capacitación
ideológica dentro de la organización roja.
"Se hace indispensable e impostergable la activación de la Escuela de
Formación de Cuadros del PSUV 'Comandante Chávez'", subrayó Faría, tras
reconocer que "las deficiencias orgánicas del PSUV" dificultan la
"calidad del trabajo ideológico".
El legislador recomienda a la cúpula roja "revisar el trabajo de los
responsables de formación estadal en un grupo de estados del país, toda
vez que el trabajo en este frente se encuentra estancado".
Pese a los obstáculos, Faría -encargado de las tareas ideológica del
PSUV desde febrero de 2013- resaltó entre los logros conquistados el
relanzamiento de los "colectivos del sistema de formación socialista" en
18 estados.
Sobre las sedes utilizadas para celebrar los cursos ideológicos, el
documento reseña: "nos hemos apoyado en la infraestructura educativa del
país y otros espacios"
Esta nota periodística publicada en El Universal el 23 de junio es
apenas uno de los puntos que revelan la gran crisis que atraviesa el
PSUV y los partidos enchufados alrededor de la organización que creó el
comandante muerto, junto a su cúpula eterna. No solo se trata de un
problema de debilidad ideológica. Eso es lo de menos en un país en el
cual la gente pasa todo el día tratando de hacer la cola para comprar la
comida o el papel tualet. Es lo de menos, realmente. No hay tiempo para
formarse para barrer al imperio y menos para acabar con la burguesía.
Ese trabajo no lo está haciendo nadie en el gobierno. La cúpula, toda,
incluso los militares, se les va el día tratando de salvarse de la
debacle que toca las puertas.
La economía, la corrupción, las drogas, el contrabando, los inmensos
recursos sin contraloría, el hambre de plata acumulada por muchos años
de oposición, las mafias, los negocios fáciles, las estafas. Son muchas
las desviaciones que han impedido siempre que este proceso autollamado
revolucionario tenga algún peso ideológico. En realidad son una manada
de ladrones. Y mire usted lo que cuesta dilapidar y robarse más de 1.300
millones de millones de dólares. Pero lo hicieron. Y lo hicieron sin
llegar a ser socialistas nunca. Siempre se mantuvieron en el estatus de
ladrones de cuello rojo. Basta leer con detenimiento la famosa carta de
Jorge Giordani. Es un misil contra la farsa de esta banda cívico-militar
que juega a la política como el barbarazo: hasta las lochas que estaban
en la mesa se las llevaron. Y quieren más. No se detienen. Son
insaciables.
Y ahora vienen a mostrar una preocupación falsa. No es lo ideológico lo
que le preocupa a la mafia roja. Es la organización y la unidad de la
mafia que está haciendo aguas por todas partes. Se dividen. Pronto serán
el partido del muerto y un montón de partiditos fundados para quitarse
de encima a la dictadura de Cabello, Maduro, Cilia, Rodríguez, Bernal y
un buen número de militares. Esa es la cúpula de la ruina. La cúpula
preocupada por el futuro y su seguridad. Y su libertad.
Y lo peor es que este desbarajuste del régimen no es aprovechado por la
oposición. La MUD y los grupúsculos satélites están metidos en otra
lucha. No por la libertad y la democracia. Pelean por sus poltronas
presentes y futuras. Lástima.
Por eso el colapso será inevitable. No hay quien lo pare.
Twitter: @ejrl
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