Fin del socialismo del siglo XXI
20/06/2014
La salida de Giordani representa el fin del socialismo del
siglo XXI, más no así aún del chavismo, para lo que también falta poco
(acá me refiero al socialismo del siglo XXI como el intento de implantar
la libreta de racionamiento o un régimen de control total en lo
político, lo económico y lo social; mientras que al chavismo me refiero
como un proyecto militar de poder político; y a ambos en general, como
proyectos fracasados).
He sostenido en reiteradas oportunidades que, la implosión
del chavismo sería un dato. Pero que, como primero había llegado al
poder el chavismo (los militares) y después el socialismo (los radicales
comunistas), primero habría de caer el socialismo del siglo XXI, y solo
después el chavismo. Y, en efecto, ya podemos decir que, el socialismo
ha caído, con la salida de Jorge Giordani.
Y es que, en el chavismo hasta ahora habían coexistido dos factores
de poder político: el capitalismo mafioso (la boliburguesía u
oligarquía) y los comunistas ahora expulsados (i.e. los ortodoxos
radicales de izquierda que pretendían fallidamente establecer el
comunismo bajo la marca internacional del socialismo del siglo XXI).
¿Qué los unía? Hugo Chávez y el control de cambio, que a los comunistas
servía muy bien para el control político y económico, y a los mafiosos
para hacerse multimillonarios.
Así habría planteado que, a raíz de la muerte de Hugo
Chávez y el incremento de la represión económica y política (las
políticas de racionamiento, la escasez desbordada y la protesta política
y pacífica), el capitalismo mafioso y los militares terminarían,
necesariamente, expulsando a los socialistas (i.e. los totalitaristas). Y
esto sencillamente, porque sin Chávez los mafiosos rápidamente habrían
de monopolizar el poder político, al contar ya con el militar y el
económico, a diferencia de los comunistas.
Y así ha pasado en la práctica. Hoy por hoy, los 4 con
poder sobre el actual gobierno, los bancos de inversión (que compran los
bonos y títulos), el gobierno chino (que presta e invierte en la Faja),
el FMI (con quien ya se negocia), y los militares que compensan la
ilegitimidad del gobierno, todos, han exigido lo mismo: substituir la
represión económica (las políticas de escasez y racionamiento, la LOPJ,
la LOTTT, y otras políticas) por el ajuste vía el sistema de precios, la
unificación cambiaria, y el fin de los controles.
El gobierno actual, si no lo hace, no le prestan, y si no
le prestan simplemente se termina, pues el racionamiento resultante y
los niveles de represión requeridos aumentarían, y los militares en su
mayoría no lo tolerarían (sin duda habrá militares dispuestos a pasar de
la represión con la bala de goma, perdigones y “gas del bueno” a la
represión con los fusiles, y la bala de plomo; pero, dada la
ratificación del Estatuto de Roma por parte del propio Hugo Chávez
Frías, seguramente, no han de ser la mayoría).
Así es que, el socialismo del siglo XXI, la propuesta
política fundamental del chavismo, simplemente, se termina. ¿Estará el
chavismo capacitado para ofrecer una alternativa? Otro día explico por
qué lo dudo; por ahora, insisto: las fuerzas del sistema conducen a un
único y alentador equilibrio, la recuperación institucional, la forma de
gobierno civil y, en definitiva, la República.
Ángel García Banchs
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