SOBRE LA MARCHA
Por ELIDES J. ROJAS L.
Por ELIDES J. ROJAS L.
Rica tradición mundial, cayendo en
desuso, aunque últimamente en auge en Venezuela. Se trata de quemar el
domingo en la tarde, ya en la caída de la tarde, un muñecón que
simboliza al sujeto o a la cosa más horripilante del año. Parecido a la
quema del Año Viejo, pero con sabor a traición, a maldad. Con hedor a lo
malo. Y eso hay que quemarlo. Todavía hay tiempo. Por lo pronto hagamos
la lista, pero usted tiene que identificar al muñeco de trapo:
Anciano, cabello blanco, lentes, pinta de cura, colorado. Debe ser expuesto con un cartelón que diga Pobres por siempre y en su mano izquierda, la propia, los programas económicos planificados y ejecutados durante estos quince años para fregar a todos los venezolanos, menos al clan. Una clave: tiene apellido italiano.
Altísimo. Tanto así que le dicen "largo". Cabello totalmente blanco. Rico, milmillonario. El y toda su familia están en la súper pomada desde que comenzó esta estafa revolucionaria. Debe llevar un buen flux, una corbata de marca, buenos zapatos. Es un hombre fino, de platica. En su mano izquierda, la que sabe, debe colgarle una torre petrolera en miniatura. Una clave: dice que el proyecto económico de Chávez es todo un éxito.
Chiquitico. Un muñecón chiquito, retaco. Regordete, barrigón. También le sale buen traje, buena corbata, buenos zapatos. Todo talla XL, menos los zapatos, claro. También está millonario. Es el rey del odio y del doble discurso. Ha comprado, vía testaferros, medio país, medios de comunicación, fábricas y muchas cosas en el exterior. En la mano izquierda, la poderosa, basta colocar un fajo de billetes de 100 dólares. No hay clave. Ya todos saben quién es.
Flaco. Con cara de colectivo paramilitar. Puede ir disfrazado de policía lleno de medallitas, chapitas, perolitos. En su mano izquierda, la que cuenta los reales, se le puede colocar una Glock .40 o una HK. No necesariamente debe estar solo. Se le pueden colocar algunos malandros alrededor y unas motos para ilustrar mejor al muñecón. Clave: muchas veces no se le entiende lo que dice.
Es indispensable colocar el muñeco en la calle, sentado, recostado a un poste. Que lo vea todo el que pasa. No debe faltar un pote de leche vacío para recoger los reales para los tragos de la quema. Muchas veces se lee una proclama que explica porqué se escogió al personaje ilustre para que ilumine el domingo de resurrección.
Este muñeco debe ser enorme, gigante, gordísimo. Debe llevar una barba color periódico en blanco y negro. Debe tener la cara estiradísima, jalada. Hay que colocarle unos pantalones talla XXXLLL y el camisón más bien una sábana con un hueco en el medio para meter por allí la cabeza del muñecón, el cual puede estar colgado de un poste y montado en un globo, un dirigible. No más claves.
En peroles también hay mucho material. Se puede quemar perfectamente el bolívar fuerte, no vale nada. La Constitución, grande y chiquita, es una burla de contrato social. El Plan de la Patria, es el manual perfecto para quebrar a un país junto al Plan Bolívar 2007-2013 que ejecutó en gran parte el comandante muerto.
O una burriquita de trapo.
Twitter: @ejrl
Anciano, cabello blanco, lentes, pinta de cura, colorado. Debe ser expuesto con un cartelón que diga Pobres por siempre y en su mano izquierda, la propia, los programas económicos planificados y ejecutados durante estos quince años para fregar a todos los venezolanos, menos al clan. Una clave: tiene apellido italiano.
Altísimo. Tanto así que le dicen "largo". Cabello totalmente blanco. Rico, milmillonario. El y toda su familia están en la súper pomada desde que comenzó esta estafa revolucionaria. Debe llevar un buen flux, una corbata de marca, buenos zapatos. Es un hombre fino, de platica. En su mano izquierda, la que sabe, debe colgarle una torre petrolera en miniatura. Una clave: dice que el proyecto económico de Chávez es todo un éxito.
Chiquitico. Un muñecón chiquito, retaco. Regordete, barrigón. También le sale buen traje, buena corbata, buenos zapatos. Todo talla XL, menos los zapatos, claro. También está millonario. Es el rey del odio y del doble discurso. Ha comprado, vía testaferros, medio país, medios de comunicación, fábricas y muchas cosas en el exterior. En la mano izquierda, la poderosa, basta colocar un fajo de billetes de 100 dólares. No hay clave. Ya todos saben quién es.
Flaco. Con cara de colectivo paramilitar. Puede ir disfrazado de policía lleno de medallitas, chapitas, perolitos. En su mano izquierda, la que cuenta los reales, se le puede colocar una Glock .40 o una HK. No necesariamente debe estar solo. Se le pueden colocar algunos malandros alrededor y unas motos para ilustrar mejor al muñecón. Clave: muchas veces no se le entiende lo que dice.
Es indispensable colocar el muñeco en la calle, sentado, recostado a un poste. Que lo vea todo el que pasa. No debe faltar un pote de leche vacío para recoger los reales para los tragos de la quema. Muchas veces se lee una proclama que explica porqué se escogió al personaje ilustre para que ilumine el domingo de resurrección.
Este muñeco debe ser enorme, gigante, gordísimo. Debe llevar una barba color periódico en blanco y negro. Debe tener la cara estiradísima, jalada. Hay que colocarle unos pantalones talla XXXLLL y el camisón más bien una sábana con un hueco en el medio para meter por allí la cabeza del muñecón, el cual puede estar colgado de un poste y montado en un globo, un dirigible. No más claves.
En peroles también hay mucho material. Se puede quemar perfectamente el bolívar fuerte, no vale nada. La Constitución, grande y chiquita, es una burla de contrato social. El Plan de la Patria, es el manual perfecto para quebrar a un país junto al Plan Bolívar 2007-2013 que ejecutó en gran parte el comandante muerto.
O una burriquita de trapo.
Twitter: @ejrl
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