SOBRE LA MARCHA
Por ELIDES J. ROJAS L.
Por ELIDES J. ROJAS L.
La encaletada inflación de noviembre: ¿4,8%?
26.12.2013
03:14 PM
03:14 PM
Maduro y su equipo de Magíster en Economía Prehistórica inventó un nuevo método en noviembre, justo antes de las elecciones municipales, para atacar a pedradas, literalmente a pedradas, la inflación y los altos costos. Uno de los más brillantes, el generalísimo Peter Kan Tropus Erectus, declaró firme, con el bastón en la mano, que "a la economía había que estabilizarla por las buenas o por las malas". Realmente genial. A juro y a empujones. Algo así como o la inflación se estabiliza o la fusilamos o la metemos presa.
Bajo esa misma premisa es que el señor Maduro lanzó al ataque a la gente contra todas las neveras y cocinas que anduvieran por ahí. Las masas totalmente fuera de control se amontonaron en las puertas de los negocios para ejercer el socialismo más puro y salvaje del mundo: el asalto. En muchos casos ni pagaron, como lo definió Ernesto Villegas. Una rebatiña comunista jamás vista. El saqueo organizado y con justicia social. Un 27 de febrero de etiqueta. Una gigantesca feria con sus colas y numeritos pegados inédita en el mundo. Esa fue la orden del gran Estado mayor de la Economía con sede en La Habana. Resultó. Hay que reconocerlo. El chavismo ganó por casi un millón de votos las elecciones de diciembre, aprovechó una vez más a un pueblo con mentalidad de pirata y levantó 11 puntos en quince días de saqueos para controlar la inflación. Es decir guerra a la inflación a los guamazos.
Pues, lamentablemente para Maduro, y todo el país, la cosa no resultó. A la fecha de hoy el Banco Central de Venezuela no ha anunciado cuál es finalmente la inflación de noviembre. El chisme es el siguiente: Después de las elecciones, el equipo técnico del BCV hizo varias presentaciones internas antes de elevar la cifra mágica a Maduro. La cifra era 5,8%. La bajan a 4,8% para no impactar demasiado al heredero del fallecido comandante, el mismo de los ojitos en las franelas y en las paredes de los edificios de la Misión Vivienda, y poder publicar a mediados de mes. Pero ese 4,8% le pareció demasiado al equipo económico y más después del inmenso sacrificio cargando neveras por quince días. La genialidad de los militares metidos a economistas, junto a las maravillas tercer mundistas de Jorge Giordani y la falta de divisas por choreo generalizado, fue la fórmula secreta para desbaratar los bolsillos de los venezolanos.
La calentera de Maduro, dicen los chismosos del BCV y de Miraflores, no iguala a las del comandante muerto quien se hinchaba los nudillos de las manos a punta de escritorio y pared; pero sí alcanzó algunos decibeles no permitidos por la Organización Mundial de la Salud. No obstante los gritos y los papeles volando, la inflación no se conocerá oficialmente hasta febrero tal vez, pero siempre habrá filtraciones. En Argentina, donde los otros comunistas estafadores de pueblos llegaron al punto de prohibir el informe público y privado de la inflación, la gente se las arregla para saber en números el tamaño del fracaso de sus dirigentes.
En Venezuela no se llega a tanto. Pero vaya a la farmacia o al abasto. Y mida. Mida todo lo que quiera. Ahí está la verdad.
Twitter: @ejrl
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