lunes, 23 de diciembre de 2013

Matemáticas de Maduro y apuros de Tibisay

MIGUEL BAHACHILLE M. |  EL UNIVERSAL
lunes 23 de diciembre de 2013  12:00 AM
La presteza de la señora Lucena por transmitir los resultados de las elecciones del 8-D era visible ante la expectativa ganadora creada por los optantes oficialistas. No causa asombro que esta rectora, como militante revolucionaria, se alborozara cuando dictaba resultados que favorecían al oficialismo a tal punto que el subconsciente la traicionó cuando osó convertir estas elecciones en un plebiscito. Inferencia admisible sólo para los actores que están en el juego político; no para ella. Es improcedente totalizar votos de todo el país porque no son totalizables. Los maestros de primaria instruyen a sus alumnos a no sumar cantidades de distintos géneros. ¿Qué sumó la presidente del CNE?

Las matemáticas de Maduro no podían quedarse atrás y declaró que el gobierno había ganado con una diferencia de 1.220.000 votos. Nada más lejos. Hay una intención de voluntad recurrente cuando se eligen alcaldes y concejales a la vez. Así pues el número de votantes jamás coincidirá con la cifra de votos recibidos. Si la señora Lucena quería congraciarse una vez más con el régimen bien hubiese podido referirse a los resultados para alcaldes ya que ellos reflejan un sólo designio. La premura es su insignia cuando quiere favorecer al gobierno pero no para cumplir su juramento de imparcialidad.  Por ejemplo, no movió un dedo ante los desmanes de motorizados el día de las elecciones. También recordamos cómo no hizo tiempo para atender las observaciones de Capriles en las presidenciales pasadas e inmediatamente, en tiempo record, proclamó a Maduro como presidente.

Las cifras siguientes podrían aclarar un poco la mente de Maduro. Votos del PSUV en todo el país para alcaldes: 4.718.431. A éstos se agregaron 600.456 aportados entre 8 y 20 organizaciones locales y nacionales que optaron por el oficialismo. La MUD con 4.244.186 más 208.874 de otras entidades locales y nacionales. Capítulo aparte merece el Distrito Metropolitano de Caracas en el que la MUD logró 706.855 votos contra 584.666 del PSUV.

Así pues la MUD contra el PSUV, pelo a pelo, sin considerar las alianzas ocasionales, no obstante la política del plasma, logró más votos en 94 alcaldías. Atención especial requiere el caso del Municipio Sotillo (Pto. La Cruz) en el cual hubo una intensa y costosa publicidad a favor del afamado candidato oficialista. La MUD obtuvo 45,25% mientras el PUSV 43,44%. Maglio Ordoñez se hizo alcalde apoyado por 17 partidos que lo empujaron hasta el 50% mientras el candidato de oposición logró el 48,33% con el aporte adicional de apenas 3 entidades. Lo mismo ocurrió en varios Municipios en los cuales la MUD perdió por muy poco.
¿Qué significado tiene todo esto? Bajo cualquier consideración, la realidad política del país es otra así Maduro agregue dígitos imaginarios y trate de disimular la profunda situación conflictiva del país con evasivas tontas. No es sólo un asunto numerario del cual, por cierto, el régimen no queda bien parado. Lo relevante para el equilibrio democrático es que la voluntad política de buena parte de la población está representada por la MUD liderada por Capriles. Así la ambición cuantómana del finado de instituir un partido único al estilo de afiebrados izquierdosos, está llegando a su fin. 

Nota aparte. Los teóricos de cuadernillos convertidos en sabelotodo después de los resultados sólo para criticar a la MUD deberían aprovechar el mes de diciembre para tomar un descanso y cavilar sobre el verdadero alcance de los resultados. No, no perdió la MUD. Cabe esta reflexión también para Leopoldo López quien avivadamente corrió hacia los medios para cantar que su grupo político había logrado el triunfo en un mayor número de alcaldías que el resto de los partidos de oposición. ¿Acaso los optantes de Voluntad Popular pugnaron dentro de la MUD o fuera de ella? El tiempo histórico no soporta anhelos personales fuera de lugar. El país no lo perdonaría. Ahora, más que nunca, debe prevalecer la unidad; circunstancia que debe ser asimilada sobre todo por políticos jóvenes.

miguelbmer@gmail.com

@MiguelBm29

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