Cuba, Guyana y las FANB
septiembre 8, 2013 10:12 am
El
gobierno Madurista habla de defender la soberanía nacional a toda
costa, mientras que le regala territorio y poder a Guyana, a fuerzas
narcoterroristas y, sobre todo, a Cuba. Y nuestras FANB no dicen ni pío.
El
28 de octubre de 1980, el Canciller del Presidente Luis Herrera
Campins, José Alberto Zambrano Velasco, compareció ante la Academia
Militar para presentar en un auditorio integrado por más de 2000
oficiales y suboficiales de carrera, una exposición detallada de la
denominada Hipótesis de Caraballeda que planteaba una posible solución
colombo-venezolana al espinoso tema de la delimitación de las áreas
marinas y submarinas del Golfo de Venezuela.
La exposición
técnica del Canciller Zambrano y de los venezolanos que integraban la
comisión negociadora (Gustavo Planchart Manrique, Luis Herrera Marcano,
Pedro Nikken y el vicealmirante Elio Orta Zambrano) resultó muy difícil
de aceptar por los militares allí reunidos. Dada la vivencia histórica
sobre despojos territoriales sufridos por nuestro país, la opinión
pública en general y militar en particular habían sido permeadas y
prejuiciadas contra cualquier entendimiento con Colombia que mermara
nuestra posesión de la zona en controversia.
El Canciller
Zambrano se retiró del auditorio y a los pocos días se puso fin al
proceso de discusiones con Colombia. Una semana antes del evento en la
Academia Militar, el Presidente Herrera y el Canciller Zambrano habían
hecho entrega al Alto Mando Militar del proyecto de acuerdo con
Colombia. Claro, se trataba de otro gobierno y de otros militares.
Este
cuento es pertinente para comparar aquellos hechos con la conducta del
gobierno chavista en materia de soberanía, defensa de nuestra Patria y
celo por la salvaguarda de nuestros límites territoriales. Es de
conocimiento público que desde que Chávez llegó al poder se resintieron
las relaciones con el gobierno legalmente constituido de Colombia, a la
vez que se estrechaban las relaciones de Chávez con la guerrilla
narcoterrorista colombiana (FARC y ELN), no obstante que civiles y
militares venezolanos han sido por años víctimas de esos grupos
irregulares que operan bajo la tolerancia e incluso la protección del
gobierno chavista. Frente a eso, las actuales FANB no han dicho ni pío.
Al contrario, cómplices por acción, omisión y silencio, protagonizan el
cuento corto de un drama largo.
Si de los cubanos se
trata, para nadie es un secreto que la sumisión patológica del régimen
chavista al castrocomunismo es desvergonzada, al punto que no sólo
orientan la política internacional de Venezuela y dictan los
lineamientos de la política interna del oficialismo, sino que además
manejan servicios vitales para nuestra seguridad como los de
identificación y extranjería, registro de la propiedad y notarías,
puertos y aeropuertos, importación y distribución de alimentos,
funciones de inteligencia y pare de contar. Los contados militares que
han denunciado la presencia de cubanos dentro de los cuarteles en rol de
superiores de oficiales venezolanos, han sido sometidos a procesos
disciplinarios en la jurisdicción militar. Un contingente gigantesco de
cubanos (esbirros, espías, interceptadores de teléfonos, expertos en
guerra sucia, controladores de redes sociales e informática, hackers y
fisgones de toda laya, muchos disfrazados de médicos y monitores
deportivos) opera en nuestro país en una abominable invasión cuyas
víctimas somos los venezolanos.
Ni que decir del torrente
de petrodólares sustraídos de una Venezuela cundida de problemas que se
trasiegan para sostener el famélico régimen castrocomunista. Frente a
todo eso, las actuales FANB no dicen ni pío.
El pasado 31
de agosto, Nicolás Maduro fue a Guyana, poco después que el gobierno de
ese país otorgara concesiones petroleras a la transnacional Anadarko en
territorios en reclamación, menoscabando los derechos que nos garantizan
el Acuerdo de Ginebra y el Protocolo de Puerto España. Las concesiones
en el denominado Bloque Roraima en la proyección marítima del estado
Delta Amacuro (Delta del Orinoco), afectan la fachada atlántica
venezolana y, según los entendidos, significaría la pérdida de 155.000
kms2 del territorio en reclamación y de más de 95.000kms2 en la
plataforma continental. En vez de protestar, Maduro se derritió en
declaraciones melosas hacia el gobierno guyanés, expresando que las
diferencias entre ambos países se resolverían diplomáticamente y que se
trataba de una “vieja reclamación de un gobierno adeco”. Sobre esto las
actuales FANB no han dicho ni pío. En la XX Cumbre del Grupo de Río del
2008, Chávez en apenas 30 segundos desestimó la reclamación de Venezuela
sobre el Esequibo, señalando que se trataba de una “vieja reclamación” y
que “el imperialismo había utilizado a los gobiernos adecos para
invadir la Guyana socialista y derribar su gobierno”. Desconocía que al
decir “vieja” decía “antigua” y que al ser “antigua” era histórica y por
eso mismo consistente y respetable.
Allí incurrió en lo
que los diplomáticos llaman stoppel, o sea la renunciación de un derecho
propio o la aceptación del derecho del adversario. Y ante todo esto las
patrióticas, heroicas y nacionalistas FANB, autobautizadas herederas de
las glorias de los libertadores, no dijeron ni pío. Andamos con los
pantalones abajo.
Henry Ramos Allup confirmado.com.ve
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