miércoles, 4 de septiembre de 2013

...las viejas chismosas del G2 cubano, " no pegan una "...sus estúpidas y fantasiosas artimañas abonan cada día el terreno de la mediocridad ...

SOBRE LA MARCHA
Por ELIDES J. ROJAS L.


Más sobre la comiquita del apagón

04.09.2013
04:26 PM
Si quedaba alguna duda sobre la absoluta falta de miedo al ridículo que tienen Nicolás Maduro, cabeza y líder de esta pantomima de revolución, y sus más encumbrados segundones: ministros, viceministros, opinadores de la red de medios públicos, expertos y mercenarios. Toda esa banda de cínicos que desde el mismo momento en que comenzó a caer el sistema eléctrico hasta alcanzar 18 estados del país, iniciaron la cantaleta global del sabotaje de la extrema derecha.

Nada más ridículo. Como ya se sabe que los Castro, los hermanitos criminales del Caribe, el machote de la barba y al borracho empedernido, son los que realmente manejan a Venezuela y que justamente la corporación que fundaron en los años 60 para asegurarse la eternidad de la dictadura en la isla y en donde logran meter sus sucias manos, el G2, es el encargado de varias cosas en lo que queda de la colonia cubana: la seguridad, la defensa, el cuidado del presidente y su círculo, el espionaje, la persecución, la represión, el seguimiento, el hostigamiento, los asesinatos, montajes y, claro está, son los maestros en inventar historias para culpar a otros de las propias torpezas de los ancianos criminales allá y de sus marionetas en Venezuela. Es la institución más diabólica que trabaja en el país desde los tiempos de la Seguridad Nacional que termina siendo un niño de pecho al lado de estos criminales cubanos. Y es esa gentuza, que trabaja directamente en los cuarteles, ministerios y hasta en Miraflores,  la encargada de dictarle la tarea a Maduro y al resto del séquito sobre lo que tienen qué decir y cuándo decirlo sobre cualquier desastre que ellos mismos generen. Como en Cuba.

No tardaron los criminales cubanos en dictarle la plana a Maduro para que saliera de inmediato a señalar que había un proceso de golpe eléctrico en marcha y ya en la noche asegurar que gracias a la serenidad del pueblo socialista se había logrado derrotar a los golpistas. Si Maduro, los payasos locales encargados de la seguridad nacional, los jarrones chinos que supuestamente tienen militarizadas las instalaciones eléctricas del país y hasta los propios asesores del régimen castrocomunista supieran cómo se ha burlado la gente común de esta nueva canallada mediática. Y no se trata de andar por el este de Caracas o zonas marcadamente de oposición. No, Maduro. En el centro de Caracas. En los barrios. En el interior del país. Ya la gente se cansó de que la traten como si se tratara de una merengada de idiota con estúpido de último modelo. Y muy especialmente en aquellas zonas, ciudades y poblados donde la luz se va todos los días. Allí decían que si fuese cierta la bobería del golpe de la derecha, pues en Barlovento perdió la revolución hace tiempo, pues la oscuridad es la norma. Igual en Táchira o Lara. Cuando Maduro y su séquito saltaron con la tontería balbuceante del golpe de extrema derecha había rabia, risas y mucho resentimiento. Tratar a la gente como verdaderos estúpidos nunca ha dado buenos resultados. Salvo en Cuba, donde además de estúpidos, los tratan como esclavos. Pero eso es otra cosa.

Es hora de que los vagos cubanos vayan inventando otra cosa para sus colegas venezolanos. La necesitan.

Twitter:@ejrl  @ElUniversal

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