El error descomunal de los cubanos
Pese a la vasta experiencia que poseen los cubanos,
debido a su larga carrera expansionista en América Latina y en el
continente africano, recientemente cometieron un error garrafal, un
increíble error de principiantes.
Ante el trágico final que le esperaba a Chávez (del cual ellos tienen
gran responsabilidad), entraron en desesperación por buscar rápidamente
un sustituto que les permitiese seguir controlando los recursos
venezolanos, y así garantizar la subsistencia del régimen cubano.
Para este propósito requerían a una persona servil y obediente;
alguien que ya hubiese demostrado lealtad a sus intereses; y ese
individuo indudablemente era Nicolás Maduro. En este sentido, resulta
revelador el testimonio del panameño Ricardo Rentería Vanegas, quien
durante dos años compartió habitación con Maduro en La Habana, entre
1986 y 1987, cuando ambos se formaron en un instituto cubano (http://tinyurl.com/lojkghj).
El error descomunal de los cubanos fue no percatarse
que su candidato era colombiano, aunque supuestamente haya nacido en
Caracas. Nicolás Maduro es colombiano porque su madre es colombiana; y
por tal motivo no puede ejercer la Presidencia de Venezuela, puesto que
el artículo 41 de nuestra Constitución prohíbe expresamente al Jefe de
Estado tener doble nacionalidad.
Este error de novatos, cometido inexplicablemente por los cubanos,
nos abre la posibilidad de buscar una solución pacífica y constitucional
a la crisis nacional; lograr un cambio de gobierno este mismo año, y
liberarnos definitivamente de la dominación cubana.
Ante semejante oportunidad histórica, todos los sectores del país,
incluyendo a los chavistas conscientes, deben emprender de inmediato un
diálogo nacional y alcanzar un acuerdo razonable, que permita recuperar
la independencia y la democracia venezolana.
LUIS JOSÉ SEMPRUM | EL UNIVERSAL
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