SOBRE LA MARCHA
Por ELIDES J. ROJAS L.
Por ELIDES J. ROJAS L.
El magnicidio rayado
29.08.2013
05:07 PM
05:07 PM
Es Fidel Castro, para hablar de lo Castro otra vez aunque a algunos no les guste, a quien le dio por inventar intentos de asesinatos al por mayor. Nada nuevo. La masacre contra el viejo criminal comenzó supuestamente por allá en los años 60, iniciándose la estafa originaria de los izquierdistas latinoamericanos. Eso hay que tenerlo claro. Un comunista europeo típico seguro que comenzó a ver el mundo desde la óptica estafadora de la revolución soviética, la máquina más importante en materia de producción de hambre, presos, perseguidos, esclavos, familias divididas y pobreza que haya conocido el mundo en la historia contemporánea. Todo basado en una ideología que supuestamente fue diseñada y pensada para todo lo contrario. No obstante, y a pesar de las buenas intenciones, se convirtió en una tropelía contra la humanidad.
Y, más atrás, con ese espíritu de pueblo colonizado que acompaña a los cubanos desde hace muchísimo tiempo, pues les tocó no solo ser admiradores y seguidores del esperpento soviético, sino los ejecutores para Latinoamérica de la mano de un par de sanguinarios criminales, ya en su etapa final de vida, los hermanos Fidel y Raúl Castro. No solamente han intentado imponer esa podrida forma de vida conocida como comunismo, socialismo o chulerismo ideológico, no importa cómo se llame. Lo que realmente importa es qué hacen y cómo lo hacen estos destructores de vida. Para empezar si la experiencia de la URSS hubiese sido tan buena todavía sería un ícono mundial y no el rompecabezas de naciones, rompedora de historias y vidas, que terminó siendo. Un fracaso en todos los sentidos. Una fábrica de pobres de tamaño desproporcionado. Pero, a pesar de la prueba irrefutable del fracaso y de lo que ha sido el pellejo de lo que quedó de la URSS todavía hay gente que defiende ese muerto. Más atrás, como corresponde, vienen los Castro y su mar de la felicidad, la Cuba de los mendigos y pordioseros que genera debates y profundas discusiones, pero que con eso no resuelve ni las tres comidas de los esclavos que todavía viven en la isla ni las necesidades de la creciente prostitución infantil socialista, una de las industrias más importantes de este comunismo barbudo y atrasado que en mala hora intentó y logró apoderarse de Venezuela.
Ciertamente lo intentó muchas veces, pero solo lo logró de la manera menos esperada. Después de que tres generaciones de venezolanos pasaron sus vidas, especialmente políticos y militares, impidiendo la invasión de los comunistas criminales de los Castro, pues llegó una manada de militares fundamentalmente, listos para ponerse de rodillas y disfrazados de comunistas entregar hasta los ministerios a los asaltantes de Cuba. A cambio de que los dejen mantenerse en el poder, los defiendan, los ayuden con estrategias que refuercen sus ansias de riqueza, con un saber hacer dictatorial y criminal muy útil y exitoso. Son los vendepatria del Siglo XXI, sin duda. Y esto costará mucho recuperarlo. Donde entra la plaga castrocomunista lo que queda es piedra y arena seca. Es cosa de revisar la historia. Y un grupito de ricos que se irá del país apenas sienta que ya no son tan machos como hasta ahora.
De esa asesoría costosa y criminal de los Castro vienen cosas como eso del magnicidio, un cuento usado mil veces por Fidel Castro sin pruebas ni resultados, pues ahí está vuelto un carcamán pero vivito y coleando. Y Raúl Castro si algo lo va a matar será la caña y el aguardiente, no la conspiración del imperio. Es el caso de Maduro y su ministro genial. Magnicidio a estas alturas cuando lo que está muerto es el país.
Pero de esos montajes bastardos han salido muertos, exilios y presos. No les temblará el pulso para hacerlo otra vez. Es un manual. Para bobos, pero lo usan.
Twitter: @ejrl
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