SOBRE LA MARCHA
Por ELIDES J. ROJAS L.

¿Quién gobierna?

03.03.2013
09:51 AM

Al parecer nadie. No hace falta. Venezuela le está demostrando al mundo que no hace falta un presidente. Es una forma de ahorrar costos operativos y de funcionamiento al país. Quien debería ocupar el cargo ganó las elecciones en octubre y se ganó el derecho a permanecer en la silla por otros seis años más. No obstante, el 10 de enero, el día que le tocaba decir presente y aquí estoy, no asistió. Estaba en Cuba, al menos eso dijeron.

El hecho concreto es que no se presentó al acto constitucional que daba inicio formal a su nuevo mandato Juramentarse y asumir. Ninguna de las dos cosas. El Tribunal Supremo de Justicia, siempre atento con la revolución solucionó el asuntico de la manera más sencilla. El hombre ya es presidente desde hace muchísimo tiempo y por tanto, esta formalidad no es necesaria. Simplemente sigue en la sillita y podrá juramentarse cuando a bien tenga su merced. Continuidad administrativa para largo. Tipo Anaconda, larga y gruesa.

Internamente la calma chicha ganó. Nadie dijo mayor cosa, salvo el foco jurídico. Es inconstitucional, golpe de Estado, Maduro usurpador. Pero hasta ahí. El punto focal seguía siendo ¿dónde está? ¿Está bien? ¿Puede gobernar? ¿Cuándo vuelve? ¿Se juramentará y renuncia? ¿Se juramenta y sigue escondido? Muchas preguntas. Ninguna respuesta. Continuidad administrativa. Es la clave.

Pero la jugada del presidente que pasa por estados de gravedad, fallas orgánicas, fiebres, problemas respiratorios, cánulas, informes médicos extraños y ofrecidos por ministros y familiares, está  más que descubierta a más de 80 días de su desaparición y casi dos semanas desde que supuestamente llegó al país. La jugada de los cubanos y el clan de herederos locales es la misma: mantenerse en el poder por la vía que sea. Chávez no importa. Lo mantendrán así sin límite de tiempo. Claro, mientras las presiones de la sociedad civil, partidos, estudiantes, gremios y hasta de la comunidad internacional no alcancen extremos críticos. Desde hace algunos días para acá se nota una acción general en ese sentido. La mascarada ya no aguanta mucho más tiempo. Desde la MUD hasta movimientos sociales alineados en una idea: que aparezca y gobierne o que se siga el camino constitucional que corresponda.

El plan castrocomunista consta de una idea fundamental a todos los fines legales y de afectos en los militantes rojos. No ha fallecido, está recuperándose y va a regresar a su puesto de mando. Pero ocurre que, más allá del discurso de los Castro en Cuba y de sus mensajeros en Venezuela, el hombre clave no aparece. Sigue sin aparecer y eso es determinante a la hora de observar por dónde se orientará este mes que apenas comienza. Ya lo había dicho hace dos meses la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff: es justo esperar por Chávez, que se recupere y que regrese al cargo. Pero, esa espera no es ilimitada.

Y, justamente, eso es lo que muestra el gobierno como plan en ejecución. Quiere hacer de esta situación insólita de un país sin jefe, un caso de largo plazo, ilimitado. Y si puede generar otros líos en paralelo como juzgar y detener a opositores, mejor. Cada vez hablarán menos del ausente.

No aguanta mucho más esta estrategia cubana.


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