Amuay es el rostro trágico de la desinversión en Pdvsa
09:06 a.m. | Erika Hidalgo López.- La tragedia ocurrida en la refinería de Amuay, del Complejo Refinador Paraguaná (CRP) en Falcón, exactamente hace seis meses, afianza la tesis, de que la desinversión es la principal responsable de la explosión
Ocasionó, además, la muerte a 42 personas, y dejó 152 heridos, de acuerdo con datos de la Fiscalía General. Mientras que aún hay familias que reclaman los restos de personas desaparecidas, y otros advierten la afectación a más de 1.600 viviendas, establecimientos y comercios.
Ramírez también informó que a la par de la investigación abierta por Pdvsa , tanto el Sebin como la fiscalía, hacían lo propio.
De hecho la fiscalía aseguró que a los 120 días del hecho, debían entregar un informe sobre lo ocurrido, la fecha que se cumplió el 23 de diciembre de 2012, y aún se desconocen los resultados.
Las causas oficiales del hecho son aún desconocidas, pero un equipo de trabajo del Centro de Orientación en Energía (Coener) busca las respuestas.
Ante la falta de informes, investigaciones, y acciones asumidas, que debió haber proporcionado Petróleos de Venezuela ( Pdvsa ) al país, el ex gerente de refinación de Cardón, Javier Larrañaga, muestra un informe preliminar que sostiene que la causa más probable fue la formación de una nube de gas de olefinas, derivada de una fuga, que encontró un punto de ignición. La conclusión, en primera instancia, falta de mantenimiento y negligencia ante las múltiples señales días previos a la tragedia petrolera más grave ocurrida en el país.
Ocasionó, además, la muerte a 42 personas, y dejó 152 heridos, de acuerdo con datos de la Fiscalía General. Mientras que aún hay familias que reclaman los restos de personas desaparecidas, y otros advierten la afectación a más de 1.600 viviendas, establecimientos y comercios.
A seis meses de la tragedia, no hay repuestas a las cientos de interrogantes que debió darse a los venezolanos, pese a que el ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, aseguró que los protocolos de investigación habían sido activados, y que a los 60 días como lo establece la norma, habría explicaciones.
Ramírez también informó que a la par de la investigación abierta por Pdvsa , tanto el Sebin como la fiscalía, hacían lo propio.
De hecho la fiscalía aseguró que a los 120 días del hecho, debían entregar un informe sobre lo ocurrido, la fecha que se cumplió el 23 de diciembre de 2012, y aún se desconocen los resultados.
Las causas oficiales del hecho son aún desconocidas, pero un equipo de trabajo del Centro de Orientación en Energía (Coener) busca las respuestas.
Ante la falta de informes, investigaciones, y acciones asumidas, que debió haber proporcionado Petróleos de Venezuela ( Pdvsa ) al país, el ex gerente de refinación de Cardón, Javier Larrañaga, muestra un informe preliminar que sostiene que la causa más probable fue la formación de una nube de gas de olefinas, derivada de una fuga, que encontró un punto de ignición. La conclusión, en primera instancia, falta de mantenimiento y negligencia ante las múltiples señales días previos a la tragedia petrolera más grave ocurrida en el país.
La Sociedad Venezolana de Ingenieros de Petróleo (Svpi) denunció, en mayo del año pasado, tres meses antes del evento, que el parque refinador del país "presenta una situación muy crítica" e hizo un llamado a Petróleos de Venezuela ( Pdvsa ) para efectuar una "revisión profunda de los protocolos operacionales y de los procedimientos de mantenimiento y de seguridad para evitar que ocurra un evento de dimensiones catastróficas".
Para el presidente de la Svpi, Lindolfo León, no existe ninguna otra hipótesis que explique la explosión en Amuay, más que la falta de mantenimiento e inversiones.
Recordó, además, que a menos de un mes del suceso acaecido en el CRP, la refinería El Palito, ubicada en el estado Carabobo, fue impactada por un rayo, que ocasionó el incendio a dos tanques de nafta. "Un siniestro de menores magnitudes, pero que deja incógnitas", comentó León.
Analistas insisten en que las inversiones que se están haciendo en el sistema refinador nacional están resultando insuficientes, e inclusive en el resto de las áreas petroleras, pues la capacidad de producción de la industria ha declinado de manera clara.
De acuerdo con los informes operacionales de Pdvsa , las inversiones han mostrado desde el año 2005 un alza sostenida hasta el año 2009. Sin embargo, 2010 y 2011 reportaron una disminución en los desembolsos al pasar de 1.690 millones de dólares a 1.364 millones de dólares, una merma de 326 millones de dólares entre ambos años.
Pero oficialmente existen razones por las cuales retroceden las inversiones. La propia Memoria y Cuenta de Pdvsa 2010, enumera en 49 páginas una serie de obstáculos que impidieron a la estatal petrolera acometer sus planes de inversión y mantenimiento.
Entre los factores expuestos por el Ministerio de Petróleo y Minería, destacan: recortes presupuestarios, demora en el pago a los proveedores, alta permanencia de materiales en las aduanas por la permisología, retrasos por los cambios climáticos (lluvias), disminución en los inventarios de materiales para reparar las instalaciones, fallas en el suministro de crudos a las refinerías Amuay y Cardón, paradas no programadas y problemas operacionales, problemas técnicos por desfase en los mantenimientos, atrasos en la colocación de órdenes en el exterior, reducción presupuestaria en los proyectos, problemas mecánicos de todo tipo (El Palito), incumplimiento en los programas de paradas de plantas, retrasos en la adquisición de repuestos, y fallas en el suministro de personal especializado.
Para Lindolfo León "suspender los protocolos de paradas, en sistemas como los de las refinerías, es un acto de irresponsabilidad", sentenció el experto.
Amuay hoy
La refinería de Amuay no ha logrado levantarse plenamente de las cenizas. Su volumen de procesamiento actual alcanza 345.000 b/d, mientras que la capacidad instalada de corrida es de 645.000 b/d, de acuerdo con la data ofrecida por el titular de Pdvsa , recientemente.
Ramírez destacó que la refinería Cardón, segunda del CRP, ha disminuido también sus volúmenes de corrida, al procesar en la actualidad unos 227.000 b/d, pese a que la capacidad total de la planta es de 310.000 b/d.
Las cifras oficiales determinan que el CRP se encuentra operando a 59% de su capacidad. Sin embargo, las cifras manejadas por el Coener apuntan que escasamente el procesamiento llega a 54%.
Sobre la operatividad, Larrañaga asegura que la planta destiladora número 5, la más grande de Amuay, no ha logrado ser arrancada, debido a los daños sufridos en el horno, mientras que el bloque 23, zona afectada por el incendio, no ha sido terminado de reparar.
Aunque no vinculante a la explosión, Larrañaga señala que la unidad de craqueo catalítico de Amuay se encuentra a baja carga, y está paralizada la base de lubricantes que se usan para el mercado interno y exportación.
Asimismo, el flexicoquer se encuentra dañado, a causa de un taponeamiento provocado por un incendio reciente.
Sumado a ello, el analista comenta que la refinería Cardón tiene paralizados el reformador y la unidad de alquilación 1 y 2, mientras que está a baja carga la unidad de craqueo catalítico.
"En conclusión, no estamos produciendo la gasolina que requiere el mercado local, razón por la que se está importando. No estamos produciendo incluso la cantidad necesaria de gasoil ", sostiene Larrañaga.
Venezuela elevó compras
El más reciente reporte de la Administración de Información de Energía de los Estados Unidos (EIA por sus siglas en inglés), informa que las exportaciones de crudo y productos de Estados Unidos a Venezuela crecieron durante noviembre de 2012, al pasar de 2,588 millones de barriles mes reportados en octubre a 3,338 millones de barriles mes.
El reporte indica que septiembre se sigue coronando como el mes que registró el mayor volumen de compras, cuando ingresaron al país 5,882 millones de barriles mes, atribuibles al déficit originado por la explosión ocurrida en la refinería de Amuay.
Las estadísticas de la EIA aclaran que las compras a EEUU se corresponden con combustibles terminados y componentes para mezclas.
Sobre las posibles necesidades financieras para recuperar al menos los 11 tanques y 8 esferas siniestradas, cifras estimadas por Lindolfo León, apuntan a que la reposición podría llevarse entre 500 a 800 millones de dólares.
Los montos que deberán costear las aseguradoras son otro tema velado. Información extraoficial apunta a que las reaseguradoras se han negado a desembolsar cualquier cantidad debido a que estiman negligencia operacional en el siniestro.
Hablan las evidencias
El grupo, coordinado por el analista petrolero, Diego González y Javier Larrañaga, ex gerente de Cardón, apunta que "la causa raíz más probable de la fuga de olefinas en el patio de esferas del bloque B23, puede haber sido una de las siguientes: fuga en los sellos mecánicos de las bombas, fuga en las válvulas de alivio, fuga en las juntas (bridas) de las tuberías o fuga por corrosión (picaduras) en la esfera o en las tuberías de succión o descarga".
"La extensión del incendio a los tanques de almacenamiento de productos (Nafta Catalítica, Alquilato, LVGO y HVGO) es el efecto dominó de la bola de fuego, consecuencia del evento inicial. Fuera de la Refinería, en áreas de terceros, los niveles de sobrepresión debieron estar por encima de 1 Bar (Nivel de fatalidades y daños estructurales importantes) hasta un mínimo de 0,04 Bar (Nivel de daños a ventanas)".
Pero, hay otros elementos graves que el Coener señala, como, por ejemplo, que aun conociendo la fuga de gas de olefinas se mantuvo la operación de la planta, no funcionó el sistema de protección de los tanques de almacenamiento, ni se activaron oportunamente los programas de evacuación del área potencialmente afectada.
Una nota del informe subraya que "las bombas de olefinas P-200, tenían una semana presentando fallas con los sellos mecánicos, y no se habían reparado por falta de repuestos". Más adelante explica que "el día que ocurrió el accidente, el escape por el sello de la bomba le impidió al operador entrar a hacer el cambio de bomba, y el escape formó una nube de gas que se esparció por toda el área y se dirigió hacia la parte este de la Refinería".
Los expertos del Coener concluyen que hubo una falla generalizada en el mantenimiento de una instalación estratégica para la industria petrolera y cuya peligrosidad se demostró fatalmente con el accidente.
Es más, los especialistas, en su reporte preliminar, sostienen que los hechos indican que, posiblemente, los responsables de la refinería no le dieron la importancia crítica que merecían las fallas que presentaba la estructura.
"No se tomaron las acciones respectivas de acuerdo al alto riesgo de un escape de gas de olefinas altamente inflamable. No se tomaron las medidas preventivas. No se implementó el plan de emergencia y contingencia", afirman los analistas.
Los accidentes laborales han crecido, al igual que las paradas no programadas, cuyo tiempo de ejecución se ha prolongado de manera exagerada, informó, Iván Freites, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores Petroleros del estado Falcón.
Freites sostiene que la gerencia de la petrolera se niega a reportar los casos.
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