opinión
Óscar Lucien
El Nacional / ND |
Ven a mí que tengo flor
30 Septiembre, 2011
Es una pena que la frase: “Ven a mí que tengo flor”, clave verbal
del popular juego “truco” en el oriente venezolano, vaya a quedar
asociada a una nefasta política de apropiación de lo ajeno que arruina
al país. En el “truco”, la frase evoca una buena mano con tres cartas de
un mismo palo (es lo que se llama “flor”) en la cual el jugador
anticipa a su compañero su deseo de ganar. Y el que gana se lo lleva
todo. “Ven a mí que tengo flor”, en la política de expropiaciones del
teniente coronel Chávez, se convierte en una perversa impostura política
que atenta contra la propiedad privada de los venezolanos consagrada en
la Constitución, destruye la capacidad productiva del país y limita de
manera directa la libertad de los ciudadanos.
@salamandra2011 Sin embargo, la Justicia Terrenal (por aquello de que, "lo que aquí se hace aquí se paga") a veces la justicia tarda, pero llega para imponerse contra y sobre la maldad ....NO SE ANDA POR ESTOS PREDIOS TERRENALES, HACIENDO DAÑO "IMPUNEMENTE".
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