viernes, 9 de noviembre de 2012



El Nuevo PAÍS             1º de Noviembre del 2012

".....sistema castrocomunista que el chauvinismo chavista nos quiere imponer ....."; Venezuela.
Rafael Bayed M.            Última Instancia

Venezuela, una república federativa, un sistema de gobierno presidencialista, con "separación" de poderes delimitados y definidos, con una pequeña ventana comunicacional que permitía, por intereses políticos, resolver algunso conflictos en beneficio del colectivo, pero ahora, quien no es del proceso no tiene derecho a solicitar nada y mucho menos que se lo acuerden.

Una nación de 916.445 Kms cuadrados, aparte de miles de Kms en reclamo, que ahora parece que por conveniencia política, de los cuales vamos a desistir como buenos vecinos; de 28.500.000 habitantes aproximadamente, de los cuales conscientes somos 16.500.000, o sea, los electores, y el resto ni cuenta.

Un país donde podríamos vivir holgada y decentemente 100.000.000 de habitantes y sin ningún problema, con todas las necesidades resueltas por la riqueza que tiene esta tierra bendecida por Dios, pero que ha tenido la desgracia de ser gerenciada (?) en los últimos tiempos por gorreros, ineptos y corruptos, sin embargo, por deseo del populismo y facilismo y acostumbrados a vivir la mayor parte de la población en hacinamiento, nos quieren hacer vivir amontonados en el mismo sitio y si es posible, según las recomendaciones del Socialismo del Siglo XXI, todos en el mismo metro cuadrado, como si en este país no hubiera suficientes tierras ociosas.

Somos así porque siempre nos enseñaron que "Papá Estado" lo resolvía todo, desde la plancha de zinc para el rancho hasta el crédito del Estado para el "empresario" que tiene un proyecto sin importar que sea viable o no, lo importante es la comisión que deje el negocio.

Así somos porque nos acostumbraron a creer que los bienes del país son nuestros, cuando la realidad es que somos beneficiarios de los productos y la producción que debe fomentar con políticas viables el gobierno.

Desde la desgracia de la existencia de más de cien artículos de "derechos" de los ciudadanos en la Constitución de la República, sólo cinco artículos de "deberes". Como se comprenderá este tipo de inciativas legislativas es la promoción de una nación de vagos y maleantes. La conciencia del trabajo y sacrificio para un mejor vivir está fuera de los planes de los políticos de cualquier tendencia como iniciativa de fomento nacional, porque el pueblo mejoraría sus condiciones y calidad de vida y los politiqueros no tendrían terreno para su demagogia y capatación de crédulos. Por eso estamos como estamos.

Este régimen que viene asentuando la desidia, en la población general, la corrupción en la administración pública y el cabildeo empresarial y comercial con el Estado, nos lleva por el sendero de la descomposición, al extremo de convertirnos en parásitos del gobierno.

Listo, dijimos que el 7 de octubre era la oportunidad para frenar el avance del sistema castrocomunista que el chauvinismo chavista nos quiere imponer. Más pudo la corrupción para montar el fraude electoral y afinazar este régimen oprobioso, que la conciencia ciudadana.

Si la dirigencia de la disidencia sigue con el "discursito" de diálogo con el gobierno, el "discurso comeflor", el oficialismo los seguirá descalificando, maltratando, vejando, y volveremos a perder en diciembre y cualquier elección manejada por el Estado Comunista de Venezuela.


Comentario: El desmontaje paulatino, progresivo y sistemático (acelerado en los últimos días post elecciones presidenciales y ante la inminente desaparición de los dos caudillos y actuales "amos de Venezuela", Fidel y Chávez) de todo el andamiaje institucional y jurídico, y de sus instituciones en el país; obedece al guión fidelista impuesto al peón de Sabaneta como su brazo ejecutor, en la más vil y traidora gestión de gobierno por parte de gobernante alguno de nuestra era republicana, en la entrega de su soberanía y riqueza petrolera, en la más degradante sumisión de Hugo Chávez y sus narcogenerales y gabinete ministerial, a los dictadores criminales y genocidas hermanos Castro, su aparataje de espionaje (G2 cubano) y su partido comunista; cuyo proyecto de dominación (y prisión) del pueblo cubano ya hubiese llegado a su fin, si este presidente entreguista y sumiso no hubiese acudido en su auxilio financiero.





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