SOBRE LA MARCHA
Por ELIDES J. ROJAS L.
Por ELIDES J. ROJAS L.
La ley según el CNE chavista
27.10.2012
03:40 PM
03:40 PM
Lo dicho. Más que socialistas, los chavistas son unos asaltantes del poder y unos provocadores profesionales. Las declaraciones de la comunista por conveniencia Socorro Hernández, son una obra maestra en materia de irresponsabilidad, buscar de pleitos, generar más desconfianza en la institución en que ella misma trabaja, terminar de destruir la institución del voto como instrumento plural, igualitario y democrático. Es decir, un inmoral es poco. Inconcebible como muchas cosas de este gobierno, pero ocurre que cada vez se van más allá de lo decente, de lo que la apariencia debe permitir. Ahora caminan en terrenos delincuenciales sin ningún límite. Guapos y apoyados. Con el supuesto permiso que les otorga una victoria cuestionable por ilegítima y, claro, la foto del amo rejuvenecido a punta de trucos también en la cartera.
Ya no hay límites. La comandanta Socorro, militante del POSUV en la reserva del listado, pero activa en funciones dentro del CNE, le dijo al país que la ley le sabe a lo que sabe la cobija de Fidel Castro en las mañanas. Admite públicamente que violaron la ley para darle comodidades a un montón de inútiles que no pueden ni caminar para votar, con toda su familia, sus vecinos y hasta el perro. Y lo hicieron los chavistas porque son colegas militantes de partido y porque su amo, micomandantepresidente, democráticamente los había escogido para ser candidatos a gobernaciones en territorios lejanos a sus casas, muy lejos de donde viven. Chavista apoya a chavista. Chavista hace lo que le da la gana con tal de complacer al jefe. Como hicieron, pero en contrario con los votantes de Florida.
La clave de este abuso está en que deja al descubierto el estilacho y la forma de pensar de estos chavistas disfrazados de institucionalistas: son unos asaltantes de la ley. Las excepciones en materia legal son expresas. La misma ley las crea o, al menos, abre el mecanismo para generar la excepción. En la ley chavista que controla las elecciones en Venezuela no existe excepción para mover votantes de un lado para otro cuando ya cerró el plazo legal para hacerlo. Eso es un delito y punto. La explicación no es tal cosa. La explicación es una confesión de haber cometido un delito. Pero, claro, eso es así en una sociedad decente. En un país gobernado por mafias y violadores de leyes puede ocurrir cualquier cosa, incluso hacer fraude descaradamente con el voto de la gente y, en rueda de prensa, decir que se trata de una cantidad de personas insignificante. Puede ser cierto, pero si es insignificante también lo es para no hacer la migración de chavistas. El argumento no es válido, es inmoral y punto.
Es un fraude admitido. Si violan la ley de esa manera qué no harán a escondidas, o tratando de que no se note. De todo. En esa directiva del CNE no hay ningún escrúpulo ni medida institucional. Lo que es chavismo y tiranía. Más nada.
Pero si el jefe, el amo de todos, es el primero que viola la Constitución qué impide a los demás hacerlo. Al contrario, lo harán con gusto. Ayer mismo estaba el amo del país argumentando que las comunas no son inconstitucionales. Embuste. Por eso llevó el esquema, violando la Constitución también, a referendo y lo perdió. Ahora saca artículos interpretados con mentalidad de militar al mando para justificar el asalto, tipo Antonio Ledezma y Jacquelín Faría, que le meterá a las gobernaciones y alcaldía el año que viene.
Y es apenas el comienzo de este camino al comunismo tiránico que el 7 de octubre refrendó a punta de votos a empujones, amenazas y chantajes.
Twitter: @ejrl
Ya no hay límites. La comandanta Socorro, militante del POSUV en la reserva del listado, pero activa en funciones dentro del CNE, le dijo al país que la ley le sabe a lo que sabe la cobija de Fidel Castro en las mañanas. Admite públicamente que violaron la ley para darle comodidades a un montón de inútiles que no pueden ni caminar para votar, con toda su familia, sus vecinos y hasta el perro. Y lo hicieron los chavistas porque son colegas militantes de partido y porque su amo, micomandantepresidente, democráticamente los había escogido para ser candidatos a gobernaciones en territorios lejanos a sus casas, muy lejos de donde viven. Chavista apoya a chavista. Chavista hace lo que le da la gana con tal de complacer al jefe. Como hicieron, pero en contrario con los votantes de Florida.
La clave de este abuso está en que deja al descubierto el estilacho y la forma de pensar de estos chavistas disfrazados de institucionalistas: son unos asaltantes de la ley. Las excepciones en materia legal son expresas. La misma ley las crea o, al menos, abre el mecanismo para generar la excepción. En la ley chavista que controla las elecciones en Venezuela no existe excepción para mover votantes de un lado para otro cuando ya cerró el plazo legal para hacerlo. Eso es un delito y punto. La explicación no es tal cosa. La explicación es una confesión de haber cometido un delito. Pero, claro, eso es así en una sociedad decente. En un país gobernado por mafias y violadores de leyes puede ocurrir cualquier cosa, incluso hacer fraude descaradamente con el voto de la gente y, en rueda de prensa, decir que se trata de una cantidad de personas insignificante. Puede ser cierto, pero si es insignificante también lo es para no hacer la migración de chavistas. El argumento no es válido, es inmoral y punto.
Es un fraude admitido. Si violan la ley de esa manera qué no harán a escondidas, o tratando de que no se note. De todo. En esa directiva del CNE no hay ningún escrúpulo ni medida institucional. Lo que es chavismo y tiranía. Más nada.
Pero si el jefe, el amo de todos, es el primero que viola la Constitución qué impide a los demás hacerlo. Al contrario, lo harán con gusto. Ayer mismo estaba el amo del país argumentando que las comunas no son inconstitucionales. Embuste. Por eso llevó el esquema, violando la Constitución también, a referendo y lo perdió. Ahora saca artículos interpretados con mentalidad de militar al mando para justificar el asalto, tipo Antonio Ledezma y Jacquelín Faría, que le meterá a las gobernaciones y alcaldía el año que viene.
Y es apenas el comienzo de este camino al comunismo tiránico que el 7 de octubre refrendó a punta de votos a empujones, amenazas y chantajes.
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