SOBRE LA MARCHA
Por ELIDES J. ROJAS L.
Por ELIDES J. ROJAS L.
La dimensión desconocida del chavismo
21.10.2012
09:20 AM
09:20 AM
La famosa serie de televisión podría servir para ilustrar cómo funciona la mente de un chavista en términos de gestión y en tránsito sobre la realidad. No es que esté mal, pues por lo visto en las elecciones esa dualidad cerebral como que rinde beneficios muy evidentes en materia de generar intención de voto, popularidad y amor de las masas.
¿Cómo funcionan estos hemisferios programados para ver una cosa diferente a la que está plasmada frente a los ojos? ¿De qué se valen esas neuronas para hablar y argumentar cosas distintas a las que la realidad empuja pupilas adentro? Ese misterio, a pesar de los grandes esfuerzos realizados por diferentes investigadores de la Universidad de Harvard, la Nasa y Technion en Haifa, Israel, no ha podido ser develado. Es que ni siquiera le han pasado cerca. Ni siquiera porque desde los tiempos de Fidel Castro joven, antes de consolidarse como el viejo agonizante asesino de la actualidad, cuando ya el doble hemisferio mental socialista existía, se había podido establecer cómo funciona este singular mecanismo cerebral.
Por ejemplo, en días pasados, en medio de la emergencia por las lluvias, la Asamblea Nacional debatía muy profundamente y con toda seriedad la lamentable situación de los indios mapuche en Chile.
Con pleno conocimiento de los hechos, estudios de situación y mucho dolor llegaron a la conclusión de que es necesario emitir un comunicado de respaldo a la comunidad araucana. Muy bien. Doble dimensión en perfecta sintonía con los problemas más urgentes de los venezolanos.
De allí que es fácil establecer por donde anda la cabeza de un chavista cuando usted en la calle o donde sea le toca entrar en conversación con alguno de los muchachos de la otra dimensión. Si usted habla de la inseguridad, del crimen y de la imposibilidad de vivir tranquilo en un país donde están matando a la gente a razón de 50 diarios, lo que recibirá como respuesta es más o menos lo siguiente: El materialismo dialéctico pasa por encontrar los elementos más importantes y marcadores de la historia en cuanto a las posibilidades reales de alcanzar la paz y la justicia social. Buena esa.
Si le toca el tema de la inflación, el desempleo y la desinversión producto de las políticas castristas, le contestarán más o menos así: Bolívar fue socialista, Jesús fue uno de los primeros socialistas del mundo. Ellos, y Marx, no pueden estar equivocados. El marxismo es el camino y la vida. Si usted abarca materias como el endeudamiento y el derrumbe de la producción de Pdvsa, le dirán que es necesario iniciar acciones inmediatas para salvar los árboles, el océano y los delfines del Golfo de México, víctimas del capitalismo depredador.
Ni se le ocurra indagar con un chavista qué es lo que está pasando con una ciudad como Caracas cada día más sucia, cochina, y abandonada. Le respuesta será un discurso que poniéndole un poquito de color sonará así: Nada importa. A quién le importa una montaña de basura en Candelaria o un bojote de huecos en las aceras de la avenida Baralt. No importa. Aquí lo único que importa es Chávez. ¡Viva Chávez!
La dimensión desconocida.
Twitter: @ejrl
¿Cómo funcionan estos hemisferios programados para ver una cosa diferente a la que está plasmada frente a los ojos? ¿De qué se valen esas neuronas para hablar y argumentar cosas distintas a las que la realidad empuja pupilas adentro? Ese misterio, a pesar de los grandes esfuerzos realizados por diferentes investigadores de la Universidad de Harvard, la Nasa y Technion en Haifa, Israel, no ha podido ser develado. Es que ni siquiera le han pasado cerca. Ni siquiera porque desde los tiempos de Fidel Castro joven, antes de consolidarse como el viejo agonizante asesino de la actualidad, cuando ya el doble hemisferio mental socialista existía, se había podido establecer cómo funciona este singular mecanismo cerebral.
Por ejemplo, en días pasados, en medio de la emergencia por las lluvias, la Asamblea Nacional debatía muy profundamente y con toda seriedad la lamentable situación de los indios mapuche en Chile.
Con pleno conocimiento de los hechos, estudios de situación y mucho dolor llegaron a la conclusión de que es necesario emitir un comunicado de respaldo a la comunidad araucana. Muy bien. Doble dimensión en perfecta sintonía con los problemas más urgentes de los venezolanos.
De allí que es fácil establecer por donde anda la cabeza de un chavista cuando usted en la calle o donde sea le toca entrar en conversación con alguno de los muchachos de la otra dimensión. Si usted habla de la inseguridad, del crimen y de la imposibilidad de vivir tranquilo en un país donde están matando a la gente a razón de 50 diarios, lo que recibirá como respuesta es más o menos lo siguiente: El materialismo dialéctico pasa por encontrar los elementos más importantes y marcadores de la historia en cuanto a las posibilidades reales de alcanzar la paz y la justicia social. Buena esa.
Si le toca el tema de la inflación, el desempleo y la desinversión producto de las políticas castristas, le contestarán más o menos así: Bolívar fue socialista, Jesús fue uno de los primeros socialistas del mundo. Ellos, y Marx, no pueden estar equivocados. El marxismo es el camino y la vida. Si usted abarca materias como el endeudamiento y el derrumbe de la producción de Pdvsa, le dirán que es necesario iniciar acciones inmediatas para salvar los árboles, el océano y los delfines del Golfo de México, víctimas del capitalismo depredador.
Ni se le ocurra indagar con un chavista qué es lo que está pasando con una ciudad como Caracas cada día más sucia, cochina, y abandonada. Le respuesta será un discurso que poniéndole un poquito de color sonará así: Nada importa. A quién le importa una montaña de basura en Candelaria o un bojote de huecos en las aceras de la avenida Baralt. No importa. Aquí lo único que importa es Chávez. ¡Viva Chávez!
La dimensión desconocida.
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