ImpactoCNA
A pesar de la crisis España es la quinta potencia con mayor reputación
Es casi lo contrario de lo que se oye cada día en la stertulias de radio y televisión o de lo que se echan a la cara, unos a otros los políticos españoles.
Si España perteneciera al G8, sería el quinto país de este privilegiado grupo de potencias con mejor reputación, sólo por detrás de Canadá, Alemania, Japón y Reino Unido.
Ésta es una de las princiales conclusiones del informe ‘Country RepTrak España 2012′, elaborado por el Reputation Insitute, Corporate Excellence y el Real Instituto Elcano.
El informe mide la “Confianza, Estima, Admiración y Buena impresión” que los países analizados despiertan en los encuestados (36.000 ciudadanos del G8), así como su valoración de un total de 16 atributos agrupados en tres grandes dimensiones (Nivel de desarrollo, Calidad de Vida y Calidad Institucional).
EL RANKING POR PAÍSES
Ordenando los países en función de su Producto Interior Bruto, España es la quinta potencia con mayor reputación, solo por detrás de Canadá, Alemania, Japón y Reino Unido.
El ránking está liderado por Canadá, Australia, Suecia, Suiza y Noruega.
En el furgón de cola se encuentran Irak, Irán, Pakistán, Nigeria, Arabia Saudita, Rusia, Colombia, China, Ucrania y Bolivia.
¿NOS AFECTARÁ EL RESCATE?
El RepTrak pone de manifiesto que el hecho de que un país solicite cualquier tipo de solicitud de ayuda exterior no tiene porque ser negativo para la reputación del país que lo solicita.
Por un lado tenemos el caso de Grecia, cuyos problemas económicos sí que ha hundido su imagen en el exterior. La otra cara de la moneda sería Irlanda cuya reputación se ha recuperado después de recibir su rescate hasta situarse por delante de muchos países con mayor potencial económico.
Por tanto, se puede extraer que un rescate no afecta imperativamente en la imagen exterior que se proyecta, mientras que lo que si lo hace es como se gestiona esa ayuda y si se cumplen con los compromisos adquiridos.
LA INCIDENCIA DE LA CRISIS DEL EURO
Como explica Fernando Urías, Director de Comunicación de Reputation Institute España, estos resultados confirman la solidez de la reputación de España en el conjunto del G8 y que la crisis del euro no está incidiendo de igual manera en la reputación de los países afectados por la misma.
De hecho, y al contrario que España, Grecia e Italia, por ejemplo, son las dos naciones de las 57 analizadas en el informe que registran un mayor deterioro en su reputación.
Así, Grecia pierde en 2012 un total de 12,4 puntos, mientras que Italia cae 5,6 puntos. También España muestra una evolución mucho más sólida en su reputación que Italia o Grecia en el medio plazo.
En el período 2009-2012, Italia ha perdido el doble de puntos de reputación que nuestro país y Grecia, casi 8 veces más.
Igual de reveladora resulta la percepción que del conjunto de los países periféricos de la UE se tiene en un mercado tan decisivo para sus respectivos intereses como Alemania.
Irlanda y España son los únicos periféricos que mejoran su reputación con respecto a los resultados de 2011, ganando, respectivamente, 8 y 4 puntos. Grecia, por su parte, pierde 16 puntos e Italia, 10 puntos. Portugal no varía.
La solidez de la reputación de nuestro país no sólo se mantiene frente al conjunto de los países periféricos sino incluso también frente a la media de la reputación de las naciones que integran el G8.
Entre los ciudadanos franceses, por ejemplo, la valoración de la reputación de España comparada con la del conjunto del G8 es un 11% superior.
De un 8% entre los alemanes. De un 5% entre los británicos. O de un 4% entre los italianos. Incluso es superior en EEUU, un 1%.
Sólo en Japón, la reputación del G8 supera a la de España, un 5%.
Fernando Prado y Javier Noya, autores del informe:
“Es indudable que la reputación de España está actuando como un escudo protector ante las incertidumbres y que esta misma reputación está concediendo a nuestro país un plus de credibilidad incluso en momentos tan inciertos como los actuales”.
“Vivimos en la Economía de la Reputación, un entorno que cada vez más basa las decisiones de los consumidores en valores intangibles, en la percepción que tienen lo mismo de una empresa que de un país. Es esta buena o mala reputación la que en última instancia condiciona los comportamientos favorables hacia un país, bien comprando sus productos, visitándolo o invirtiendo en él”.
“Comportamientos que inciden directamente en la economía de ese país, ya sea en forma de llegada de nuevos turistas, con el consiguiente incremento de ingresos, o de mejores condiciones de financiación en los mercados internacionales de capital”.
En el informe hay un apartado especial a la autopercepción que los españoles tenemos de nuestra reputación y a su evolución respecto a la reputación externa (la que nos otorgan los ciudadanos del G8).
La principal conclusión es que, si bien la distancia entre la reputación interna y externa se ha reducido considerablemente desde los 10,8 puntos de 2008 hasta los 2,8 puntos de 2012 (a menor diferencia más pesimismo en la autopercepción), no es menos cierto que la caída de nuestra percepción interna se ha frenado en 2012.
El retroceso en este año es de sólo 1,6 puntos, frente a los 2 puntos en 2011, los 8,1 puntos en 2010 y los 4,4 puntos en 2009.
Otro dato interesante es el diferencial entre las valoraciones interna y externa de los 16 atributos de la reputación evaluados en el informe.
Así, los españoles valoramos 9 puntos más la calidad de nuestros productos y servicios que los ciudadanos del G8, 8 más el reconocimiento internacional de nuestras empresas y marcas, o 6 puntos más nuestro entorno natural.
Por el contrario, los españoles infraestimamos nuestros uso eficiente de los recursos (19 menos que los ciudadanos del G8), nuestro entorno institucional y político (-17) o nuestro bienestar social (-8).
Por último, hay tres atributos, de los 16 que analiza el informe, en los que España se sitúa en el top ten de sus respectivos rankings:
• Ocio y entretenimiento (4ª posición)
• Gente simpática y amable (8ª)
• Importante contribución a la cultura global (10ª).
En el lado opuesto, los atributos de nuestra reputación menos valorados son:
• Entorno económico favorable para los negocios (21ª posición)
• Tecnológicamente avanzado e innovador (24ª)
Si España perteneciera al G8, sería el quinto país de este privilegiado grupo de potencias con mejor reputación, sólo por detrás de Canadá, Alemania, Japón y Reino Unido.
Ésta es una de las princiales conclusiones del informe ‘Country RepTrak España 2012′, elaborado por el Reputation Insitute, Corporate Excellence y el Real Instituto Elcano.
El informe mide la “Confianza, Estima, Admiración y Buena impresión” que los países analizados despiertan en los encuestados (36.000 ciudadanos del G8), así como su valoración de un total de 16 atributos agrupados en tres grandes dimensiones (Nivel de desarrollo, Calidad de Vida y Calidad Institucional).
EL RANKING POR PAÍSES
Ordenando los países en función de su Producto Interior Bruto, España es la quinta potencia con mayor reputación, solo por detrás de Canadá, Alemania, Japón y Reino Unido.
El ránking está liderado por Canadá, Australia, Suecia, Suiza y Noruega.
En el furgón de cola se encuentran Irak, Irán, Pakistán, Nigeria, Arabia Saudita, Rusia, Colombia, China, Ucrania y Bolivia.
¿NOS AFECTARÁ EL RESCATE?
El RepTrak pone de manifiesto que el hecho de que un país solicite cualquier tipo de solicitud de ayuda exterior no tiene porque ser negativo para la reputación del país que lo solicita.
Por un lado tenemos el caso de Grecia, cuyos problemas económicos sí que ha hundido su imagen en el exterior. La otra cara de la moneda sería Irlanda cuya reputación se ha recuperado después de recibir su rescate hasta situarse por delante de muchos países con mayor potencial económico.
Por tanto, se puede extraer que un rescate no afecta imperativamente en la imagen exterior que se proyecta, mientras que lo que si lo hace es como se gestiona esa ayuda y si se cumplen con los compromisos adquiridos.
LA INCIDENCIA DE LA CRISIS DEL EURO
Como explica Fernando Urías, Director de Comunicación de Reputation Institute España, estos resultados confirman la solidez de la reputación de España en el conjunto del G8 y que la crisis del euro no está incidiendo de igual manera en la reputación de los países afectados por la misma.
De hecho, y al contrario que España, Grecia e Italia, por ejemplo, son las dos naciones de las 57 analizadas en el informe que registran un mayor deterioro en su reputación.
Así, Grecia pierde en 2012 un total de 12,4 puntos, mientras que Italia cae 5,6 puntos. También España muestra una evolución mucho más sólida en su reputación que Italia o Grecia en el medio plazo.
En el período 2009-2012, Italia ha perdido el doble de puntos de reputación que nuestro país y Grecia, casi 8 veces más.
Igual de reveladora resulta la percepción que del conjunto de los países periféricos de la UE se tiene en un mercado tan decisivo para sus respectivos intereses como Alemania.
Irlanda y España son los únicos periféricos que mejoran su reputación con respecto a los resultados de 2011, ganando, respectivamente, 8 y 4 puntos. Grecia, por su parte, pierde 16 puntos e Italia, 10 puntos. Portugal no varía.
La solidez de la reputación de nuestro país no sólo se mantiene frente al conjunto de los países periféricos sino incluso también frente a la media de la reputación de las naciones que integran el G8.
Entre los ciudadanos franceses, por ejemplo, la valoración de la reputación de España comparada con la del conjunto del G8 es un 11% superior.
De un 8% entre los alemanes. De un 5% entre los británicos. O de un 4% entre los italianos. Incluso es superior en EEUU, un 1%.
Sólo en Japón, la reputación del G8 supera a la de España, un 5%.
Fernando Prado y Javier Noya, autores del informe:
“Es indudable que la reputación de España está actuando como un escudo protector ante las incertidumbres y que esta misma reputación está concediendo a nuestro país un plus de credibilidad incluso en momentos tan inciertos como los actuales”.
“Vivimos en la Economía de la Reputación, un entorno que cada vez más basa las decisiones de los consumidores en valores intangibles, en la percepción que tienen lo mismo de una empresa que de un país. Es esta buena o mala reputación la que en última instancia condiciona los comportamientos favorables hacia un país, bien comprando sus productos, visitándolo o invirtiendo en él”.
“Comportamientos que inciden directamente en la economía de ese país, ya sea en forma de llegada de nuevos turistas, con el consiguiente incremento de ingresos, o de mejores condiciones de financiación en los mercados internacionales de capital”.
En el informe hay un apartado especial a la autopercepción que los españoles tenemos de nuestra reputación y a su evolución respecto a la reputación externa (la que nos otorgan los ciudadanos del G8).
La principal conclusión es que, si bien la distancia entre la reputación interna y externa se ha reducido considerablemente desde los 10,8 puntos de 2008 hasta los 2,8 puntos de 2012 (a menor diferencia más pesimismo en la autopercepción), no es menos cierto que la caída de nuestra percepción interna se ha frenado en 2012.
El retroceso en este año es de sólo 1,6 puntos, frente a los 2 puntos en 2011, los 8,1 puntos en 2010 y los 4,4 puntos en 2009.
Otro dato interesante es el diferencial entre las valoraciones interna y externa de los 16 atributos de la reputación evaluados en el informe.
Así, los españoles valoramos 9 puntos más la calidad de nuestros productos y servicios que los ciudadanos del G8, 8 más el reconocimiento internacional de nuestras empresas y marcas, o 6 puntos más nuestro entorno natural.
Por el contrario, los españoles infraestimamos nuestros uso eficiente de los recursos (19 menos que los ciudadanos del G8), nuestro entorno institucional y político (-17) o nuestro bienestar social (-8).
Por último, hay tres atributos, de los 16 que analiza el informe, en los que España se sitúa en el top ten de sus respectivos rankings:
• Ocio y entretenimiento (4ª posición)
• Gente simpática y amable (8ª)
• Importante contribución a la cultura global (10ª).
En el lado opuesto, los atributos de nuestra reputación menos valorados son:
• Entorno económico favorable para los negocios (21ª posición)
• Tecnológicamente avanzado e innovador (24ª)
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